Mujeres que representan tres generaciones de una familia oriunda de Pérez Zeledón viajaron a Cartago con el propósito de conseguir un exvoto que pudieran ofrecer a la Virgen de los Ángeles, en busca de un milagro para una niña de 3 años que tiene un problema en su cadera.
Según contó una de ellas a La Nación, a la menor se le inflama la cadera y no puede caminar hasta por una semana. La inflamación se da después de un proceso infeccioso o una gripe, se dan cuenta porque la niña comienza a renquear.
Ante la angustia que les provoca ver a la pequeña en esa situación, acudieron a solicitar a la Negrita su intercesión para aliviarla. Estas tres madres dejaron su exvoto cerca de la llamada piedra del hallazgo de la imagen, en el sector oeste de la basílica de Cartago.
Como esa ofrenda hay miles, de todos los tamaños, formas y colores. Son urnas llenas de figuras de brazos, cabezas, piernas y otras muchas partes del cuerpo. También hay trofeos, figuras de casas, aviones y hasta títulos de graduación.
Todos son muestras de agradecimiento o de fe en que la patrona de Costa Rica va a ayudarles a recuperar la salud o la tranquilidad.
Christian Pérez, vicario de la basílica, admitió que no tienen claro cuándo se inició la tradición, pero puede asegurar que hay exvotos muy antiguos, con cientos de años. El cura resaltó, por ejemplo, la raíz de café.
“Una persona fue atravesada por eso (la raíz de café), pero se sanó. Entonces vino y lo ofreció como testimonio de que pudo morir pero no pasó, no murió”, relató el cura mientras repasaba los tipos de figuras y objetos que hay aquí.
La basílica expone los exvotos pero las urnas no se abren, a menos que un sacerdote lo haga.
Según el religioso, hay muchas ofrendas u objetos para solicitar “el don de la vida”; los traen mujeres que no logran quedar embarazadas. Sin embargo, dijo, las personas traen cualquier cosa.
Por ejemplo, este año, un niño dejó un “monstruo”, pues el menor lo había ofrecido como exvoto a cambio de que el Deportivo Saprissa se convirtiera en campeón.
“Hay una cantidad enorme de exvotos que se reciben por semana, son muchísimos”, enfatizó el vicario.
Regalos y joyas
Entre los exvotos que se atesoran hay algunos de gran valor económico. Esos están en otro sitio, al que no hay acceso para el público y bajo fuertes medidas de seguridad.
Ahí están, por citar un caso, dos rosas de plata que llegaron desde el Vaticano. Una enviada por el papa Benedicto XVI y otra por el papa Pablo VI. Igualmente, unos “exvotos particulares” que se le han enviado a la Virgen.
“En el ostensorio de la Virgen, donde está la imagen, el que ella lleva el 2 de agosto arriba tiene una cruz y es un pectoral, es de uno de los obispos de Costa Rica”, relató a este diario el padre Pérez.
El cura también mencionó que hay expresidentes que han dejado alguna joya de sus familias y por eso están guardadas en un lugar donde no cualquier fiel puede entrar.
‘Se vende de todo’
Dada la gran demanda de estas ofrendas, hay lugares cerca del templo donde se venden exvotos muy diversos. Sus precios van de ¢500 a ¢1.000, según un sondeo realizado por este diario en los locales.
“Se vende de todo. Muchas partes del cuerpo por situaciones de salud, pero también buscan medios de transporte porque se salvaron de algún accidente”, relató Franco Aguilar, dueño de un establecimiento que ofrece artículos religiosos.
A la Negrita también le llegan muchas flores por día, por lo que los sacristanes se encargan de cambiarlas constantemente para que todo luzca hermoso.