La fidelidad supo retribuir a un cartaginés, quien no solo quiso jugar el número que por años ha sido su favorito, sino que también buscó a su vendedor de confianza para adquirir un entero de lotería del sorteo de consolación que se jugó el pasado 24 de diciembre.
El hombre, de 46 años, fue uno de los nuevos millonarios que acudió a la Junta de Protección Social (JPS) este martes para formalizar las 10 fracciones de lotería del 71 con la serie 828 con las que cobró ¢400 millones.
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El hombre aseguró a las autoridades que desea invertir el dinero, aunque aún no dio detalles de cuál será su plan para que el dinero ganado rinda frutos.
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Cristian Zúñiga vendió el premio mayor del sorteo de consolación asegura que quedó bien repartido en Cartago.
También este martes llegó a la Junta otra vecina de Cartago que dijo haber escogido el 71 pues es la edad que tiene actualmente.
La mujer, que pegó dos pedacitos y recibió ¢80 millones, aseguró que con el dinero piensa terminar de pagar su casa y también repartirá una parte entre sus familiares.
Con los mismos planes, llegó una vecina de San José que compró las dos fracciones del 71 porque es su número favorito. Ella también usará parte de los ¢80 millones para pagar el préstamo de su casa.
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De acuerdo con los datos de la Junta de Protección Social, hasta este martes se habían formalizado 28 fracciones del premio mayor del sorteo de consolación, que corresponden a ¢1.120 millones.
Mientras que del Gordo navideño, que se jugó el pasado 18 de diciembre han sido reclamados 154 pedacitos del 00 con la serie 773, que representan ¢6.160 millones.
Quintillizos se repartieron en Cartago
La suerte ha estado con los cartagineses este año y no solo por el campeonato de fútbol que llegó tras ocho décadas de sequía; pues el Gordo navideño y el primer sorteo de Consolación dejaron muchos millones de colones entre los brumosos.
El número 71 con la serie 828 se vendió en Cartago y dos vendedores fueron los que llevaron la suerte. Uno de ellos, Cristian Zúñiga Solano, tenía cuatro de los cinco enteros. El señor, que tiene más de 20 años de vender lotería y casi cinco en la conocida esquina del Apolo, ubicada a un costado de la Municipalidad de Cartago.
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Esta es la primera vez que logra vender el premio de consolación, aunque asegura que en un par de ocasiones ha logrado vender en chances el segundo y tercer premio.
“El lunes 19 de diciembre lo retiré en la Cooperativa en San José, uno no escoge, conforme vamos llegando nos dan la lotería y cuando vi los billetes me dije a mí mismo que linda serie (...) llegué a Cartago, saqué encargos y lo empecé a vender. Traía una cuatrilliza (40 fracciones) es decir ¢1.600 millones. Lo vendí fraccionado, el que más llevó fueron cinco pedacitos, los demás fueron sueltos y varios gallos tapados, todavía el sábado tenía de ese número. Creo que más de 12 personas fueron las afortunadas”, relató el vendedor.
El vendedor aseguró que este número no era de los más buscados, por eso tiene idea de al menos cuatro personas que lo llevaron. Todos eran de Cartago.
“Ayer me comentó el que pegó los 5 pedacitos que cuando estaba cambiando el premio había un muchacho delante de él y le comentó que el de él había sido un gallo tapado que yo le vendí y que con eso iba a cancelar un lote que había adquirido”, contó.
Zúñiga recordó que el día del sorteo, cuando escuchó el número, apenas iba llegando a su casa y al escuchar la combinación ganadora se puso muy contento, “como si lo hubiera pegado” a pesar de que no se había dejado ni un pedacito, pues los números a los que le tenía fe eran el 48 el 67.
Según dijo, hasta el momento ninguno de los ganadores se ha acercado donde Cristian para darle” alguito” de lo ganado por darle la suerte y asegura que si fuera así, sería una bendición para él y su familia.
“Aún falta el segundo de consolación y podemos aspirar a ganar alguna platita y además ayudar a la Junta para que ayuden a otras personas de la sociedad. Este es nuestro trabajo y no siempre tenemos la dicha de vender el premio mayor. Para este sorteo los números bajos como fechas siguen siendo los favoritos de los compradores y el 22 y 23 que son los años de entrada y salida”, concluyó.
El segundo y último sorteo de consolación se jugará el próximo sábado 31 de diciembre y tiene un premio mayor de ¢300 millones por entero y ¢30 millones por cada fracción. El costo de cada pedacito es de ¢1.500 y el entero cuesta ¢15.000.