La colisión del lunes anterior, en Santo Domingo de Heredia, entre dos trenes Apolo dejó al servicio de ferrocarril al borde del colapso.
El accidente, ocasionado por el error de un maquinista, le provocó lesiones a 100 pasajeros, obligó a suspender, durante lunes y martes, la totalidad de viajes en las cinco rutas que opera el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) y sacó de circulación dos trenes más.
Además, el Instituto tuvo que suprimir ocho de los 104 viajes que programa a diario debido a las averías en los equipos. Cuatro de los ocho recorridos cancelados podrían restablecerse a finales de esta semana.
De acuerdo con Elizabeth Briceño, presidenta ejecutiva del Incofer, eliminar ocho recorridos significa dejar sin servicio a 3.000 personas por día.
En total, las tres colisiones entre trenes, en los últimos 18 meses, más un choque contra un tráiler, en julio del 2016, mantienen cinco unidades Apolo fuera de servicio. Esta situación deja a la Institución con solo siete Apolo y cuatro locomotoras convencionales para trasladar 16.000 pasajeros al día.
Para remediar los problemas, los mecánicos del Incofer han tenido que reamar trenes a partir de las partes que rescataron de las últimas colisiones.
Por ejemplo, tras el siniestro de abril del 2016 en Pavas, utilizaron los extremos de los dos Apolo que chocaron para ensamblar uno. Lo mismo están haciendo con los equipos que permanecen en los talleres.
A este panorama se suma el deterioro de las vías, las dificultades para conseguirle repuestos a equipos rodantes viejos, la impuntualidad del servicio, los constantes choques contra vehículos y el mal estado de las estaciones.
El Instituto tuvo que eliminar los recorridos entre las 10 a. m. y las 4:30 p. m. para dedicar más tiempo al mantenimiento del equipo rodante.
¿Qué confianza y seguridad pueden tener los usuarios en el tren tomando en cuenta los últimos acontecimientos?
"Primero, iniciamos una ruta de modernización que es lo que nos va a llevar a pasar del servicio actual, con los estándares que tenemos actualmente, a mejores estándares. Segundo, desde que se rehabilitó el servicio de tren, ¿cuántos pasajeros han muerto? (...) .Estamos trabajando para mejorar", respondió Briceño.
Entre enero y setiembre anterior, se contabilizaron 2.894.000 pasajeros en las rutas Heredia-San José, Pavas-Curridabat, San José-Cartago y Belén-San José. En ese mismo periodo del año pasado se registraron 2.872.000 viajeros.
En el 2017 se abrió la ruta Heredia-Alajuela, la cual ha sido utilizada por 101.000 personas.
La jerarca del Incofer considera que los costarricenses son fieles al tren pese a las debilidades del servicio porque ahorran tiempo.
Marcela Guerrero, diputada del Partido Acción Ciudadana que ha presionado para modernizar el ferrocarril, afirmó que trasladarse en ese servicio es inseguro e incómodo, pero las personas lo soportan con tal de llegar más rápido a sus destinos.
"Es muy difícil mantener el discurso de fomentar el transporte público si no se hacen las inversiones necesarias para modernizar el tren", comentó Guerrero.
La legisladora agregó que es valioso que se tapicen los asientos del tren o se habilite una aplicación informativa para celulares, pero que esas acciones "son complementarios, más no la prioridad".
David Gómez, uno de los organizadores del último Día sin Carro, una iniciativa que promueve el uso del transporte público, señaló que las colisiones recientes podrían afectar la confianza de los usuarios en el tren, pero eso no bajará la demanda.
"La gente prefiere arriesgarse y subir en un tren que no está en buen estado con tal de ahorrar tiempo en sus viajes", declaró Gómez.
El joven agregó que, aunque suene increíble, los pasajeros podría optar por medidas como no sentarse en los primeros asientos de los vagones con tal de no sufrir heridas graves en caso de accidentes.
Sin soluciones cercanas
El Incofer desea contratar un centro de control automático para dirigir la operación de los trenes y así dejar atrás el viejo sistema de control por radio, el cual ha propiciado los últimos accidentes porque la comunicación no es la mejor.
No obstante, esa herramienta cuesta entre $400.000 y $500.000 y la entidad no tiene certeza de cuándo podría tener esos recursos.
La compra de trenes nuevos es otra opción de modernización, pero esa licitación aún no se publica y no hay seguridad de contar con, al menos, tres unidades nuevas para finales del próximo año.
La apuesta más completa es la concesión de Tren Rápido de Pasajeros (TRP) eléctrico con pasos a desnivel y dos vías por una inversión de $1.600 millones. Sin embargo, ese plan no es posible en el corto ni mediano plazo.
El Estado tiene listo un estudio de prefactibilidad, pero aún no ha diseñado el cartel de licitación para ese proyecto. Tampoco tiene claro de dónde saldrá el aporte estatal para complementar la inversión del concesionario.
Demanda a la alza
A pesar de los inconvenientes, el número de pasajeros del tren sigue subiendo.
En los primeros tres trimestres del año pasado viajaron 2.872.000 personas. Ese número corresponde a los viajeros de las rutas Heredia-San José, Pavas-Curridabat, San José-Cartago y Belén-San José.
En esos mismos trayectos, este año, se movilizaron 2.894.000 usuarios. A esa cifra hay que sumar los 101.000 clientes de la línea Alajuela-Heredia.
San José-Heredia se mantiene como la ruta más utilizada con 1,3 millones de pasajeros hasta setiembre del 2017. Ese trayecto registró 1,2 millones de pasajeros entre enero y setiembre del año pasado.
La segunda ruta más usada es San José-Cartago. Sin embargo, experimentó un descenso de pasajeros en lo que va de este año.
Entre enero y setiembre del 2016 se contabilizaron 693.000 viajeros y en el mismo periodo de este año 610.000.
Para el Incofer, la fidelidad responde al tiempo que se ahorran las personas en este medio de transporte.