La Municipalidad de Cartago y la empresa WPP Continental, a cargo del relleno sanitario Los Pinos, están enfrascados en una nueva disputa legal. El conflicto surge luego de que el Ayuntamiento le ordenara a la firma cerrar su operación en la comunidad de Dulce Nombre, medida contra la cual ya la compañía planteó gestiones en los tribunales contencioso administrativos.
El 16 de mayo, la Alcaldía advirtió a WPP de que debía abstenerse de llevar más desechos a esas instalaciones y le dio un mes para iniciar el proceso de cierre técnico, según el documento de prevención entregado a esa compañía. Para fundamentar su exigencia, la Municipalidad recordó que desde 2019, el Ministerio de Salud resolvió que ya no podían enviarse más residuos sólidos allí y que era necesario iniciar las obras para poner fin al relleno sanitario Los Pinos.
Igualmente, refirió que en agosto del 2020 se firmó una conciliación para dar por superados los procesos judiciales que entonces los enfrentaban por la operación del relleno, parte del cual descansa sobre un terreno municipal.
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De acuerdo con la exposición que hizo la Alcaldía, en aquel momento acordaron que el relleno seguiría activo mientras se solicitaba una asesoría legal y la consulta a la Contraloría General de la República (CGR) para extender la actividad del relleno y entregar allí desechos del cantón de Cartago. No obstante, el órgano contralor se declaró incompetente para pronunciarse al respecto.
La Alcaldía indicó en su prevención a la empresa que nunca fue objeto de la conciliación un uso ilimitado de la propiedad municipal donde opera la actividad y que, sin permiso de la CGR, no existe sustento legal para que WPP Continental utilice el terreno para algo distinto al cierre técnico del relleno tal y como resolvió Salud en 2019.
Para el abogado de WPP Continental, Julio Fonseca Pión, el razonamiento de la Alcaldía es “total y completamente” contrario al acuerdo extrajudicial de agosto del 2020.
“Aquella conciliación fue conocida y aprobada previamente por el Concejo Municipal de Cartago. Creemos que lo que se interpreta sobre ese acuerdo extrajudicial en la prevención es erróneo. Hay que separar la recepción de desechos venidos de Cartago, que fue lo que se consultó a la Contraloría, de la actividad del relleno para otros clientes públicos o privados”, argumentó Fonseca.
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En criterio del vocero, la prevención es nula luego de la firma de la conciliación y, por lo tanto, no procede su ejecución, de forma que el relleno seguirá operando.
“Este mismo miércoles (25 de mayo) incluso presentamos una gestión en la vía contencioso administrativa a la cual acudimos con esta misma línea de argumentación para rechazar la pretensión de la Alcaldía”, informó.
Sin solución clara
En diciembre del 2021, el Ministerio de Salud admitió ante consultas de este diario que carecía de datos o estimaciones de cuánto material ingresa al relleno Los Pinos. Como efecto de lo anterior, también reconoció que carecía entonces de proyecciones sobre la vida útil del mismo.
Según la estadística de la sección de Operaciones del gobierno local, para el 2018 el cantón generaba un promedio de 3.000 toneladas de desechos diarios.
El asunto de Los Pinos, sin embargo, no es único. Desde el 2019, el Informe del Estado de la Nación alertó del agravamiento en Costa Rica del manejo de residuos sólidos cuando ya se tenía confirmada la existencia de 16 vertederos semicontrolados y siete rellenos sanitarios activos de los cuales seis estaban ya en condición de “cierre técnico” desde varios años antes.
Hasta ahora, la tecnología de rellenos sanitarios ha detenido problemas de salud pública como la proliferación de vertederos con desechos de todo tipo, aunque en hay comunidades capitalinas donde son cada vez más visibles las acumulaciones de basura.
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Sin embargo, cada vez es más difícil poner a funcionar ese tipo de instalaciones. De ahí que Salud apueste porque aumente el reciclaje y reutilización, que todavía está en ciernes.