La Compañía Nacional de Luz (CNFL) solicitó para el otro año un alza del 24% en el recibo mensual de electricidad para sus 563.000 abonados; la mayoría (85%) consumidores residenciales.
El aumento sigue una ruta similar a la de otro pedido del 2016, cuando la empresa intentó trasladar a sus clientes pérdidas por fallidos proyectos de generación.
La semana anterior, la Compañía presentó la petición ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) donde se encuentra en proceso de trámite bajo el expediente ET-048-2018.
Según la subsidiaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), sin ese aumento hay un riesgo en la atención de “obligaciones, liquidez, rentabilidad y ejecución del plan de inversiones” para distribuir la energía.
Agrega que su solicitud busca resolver el faltante de fondos que prevé para el otro año, al juzgar insuficientes los ingresos actuales con las tarifas vigentes.
El pedido llega en momentos cuando la salud financiera de la CNFL sigue débil, debido a proyectos fallidos de generación según un informe de la Contraloría General de la República (CGR) del 30 de junio anterior.
El diagnóstico de las finanzas de la subsidiaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) figura en el informe Evolución Fiscal y Presupuestaria del Sector Público. Primer Semestre 2018, que revela el nivel de la deuda pública del Gobierno Central.
El documento confirma que la CNFL sigue presentando utilidades negativas acumuladas conforme sus estados financieros al 30 de junio anterior.
Para ese mes, la pérdida ascendía a ¢7.942 millones (43% menor respecto a 30 de junio de 2017). Por esa razón, sus recursos son insuficientes para cubrir todos sus requerimientos de operación e inversiones, indica el ente contralor.
Las causas de la “crítica situación financiera”, como la llama el análisis, resultan principalmente por problemas de planeamiento y sobreendeudamiento para construir las plantas de generación eléctrica Balsa Inferior, en el río Balsa, en Santa Rita de Florencia de San Ramón, y el Parque Eólico Valle Central, en Santa Ana y Mora.
Balsa Inferior pasó de un estimado inicial de $75 millones a uno real de $361 millones, mientras el Parque Eólico de $21 millones a $54 millones.
Tanto afectaron a la empresa, que la CNFL ha acudido en repetidas ocasiones a su casa matriz a pedirle auxilio financiero por sus deudas.