Seis autos eléctricos conforman el plan piloto para transformar la flotilla de taxis que brindan servicio en el Aeropuerto Juan Santamaría, como parte del proyecto “Acelerando la Transición al Transporte Público Eléctrico en la Gran Área Metropolitana (GAM)”.
La iniciativa es liderada por Fundación Crusa en conjunto con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) como agencia implementadora y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) como unidad de gestión del programa. Recibe un aporte de $876.712 del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés).
La implementación del plan en los taxis del aeropuerto incluye la compra de cargadores eléctricos, adicionales a las estaciones de recarga rápida que están disponibles en algunas zonas de Alajuela.
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Flora Montealegre, directora ejecutiva de Crusa, explicó que el proyecto se presenta en momentos en que el Gobierno y otros sectores “demuestran una mayor coordinación y capacidad para promover la movilidad eléctrica y en circunstancias en que la ciudadanía costarricense comienza a utilizar con mayor frecuencia la movilidad eléctrica para sus necesidades de transporte”.
Según la vocera, en el país hay alrededor de 2.300 autos eléctricos y en el transporte público la modalidad de taxi es una de las que demuestra un mayor potencial para migrar a vehículos eléctricos, por lo que esta nueva iniciativa busca establecer condiciones habilitantes y la toma de decisiones gubernamentales para asegurar la sostenibilidad ambiental de la movilidad eléctrica baja en carbono.
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Los desarrolladores indicaron que el proyecto tendrá una duración de cuatro años y que para el 2025 se espera que la utilización de vehículos eléctricos de transporte público tenga un importante despliegue en la GAM, ya que hoy en día los carros de combustible convencional constituyen la principal causa de emisión de gases contaminantes en el país.
El proyecto consta de cuatro componentes:
- Institucionalización de la movilidad eléctrica: A través de paquetes de capacitación.
- Eliminación de barreras a corto plazo mediante demostraciones de movilidad eléctrica.
- Preparación para el escalamiento de la movilidad eléctrica: Fortalecimiento de instrumentos financieros e incentivos fiscales para promover la adquisición de vehículos eléctricos.
- Sostenibilidad ambiental a largo plazo de la movilidad eléctrica: Actualización de leyes y regulaciones para la gestión de residuos de baterías de vehículos eléctricos.
Cambio necesario
Randall Zúñiga, director de Energía del Minae, celebró el inicio del proyecto. Según dijo, en los últimos años su departamento ha buscado desarrollar iniciativas en el área de la electromovilidad que faciliten la entrada de nuevas tecnologías al país y que fomenten su uso entre los nacionales. Sin embargo, rescató que para esto es determinante contar con cooperación internacional y que se pierdan los miedos por lo eléctrico.
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“Mejorar la calidad ambiental es impulsar el transporte eléctrico tanto en buses como en taxis y en todo lo que implique movilidad activa, de manera que este es un objetivo muy integral, muy amplio, que estamos en total disposición de seguir apoyando”, expresó, por su parte, Eduardo Brenes, viceministro de Transportes.
La organización de taxistas que labora en el aeropuerto indicó a La Nación que ya ha sido notificada sobre el inicio del programa y que Aeris, empresa encargada de administrar la terminal, mantendrá fiscalización sobre el avance de la iniciativa.
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