Costa Rica empezó a perder terreno en telecomunicaciones de quinta generación, la llamada 5G, frente a 13 economías latinoamericanas que ya empezaron el despliegue de esas redes, capaces de revolucionar negocios digitales y volverse una ventaja competitiva hasta para atraer inversión extranjera.
En el último trimestre se produjo un crecimiento sólido tanto en cantidad de redes inalámbricas 5G como en enlaces, con un acumulado a agosto de 233 redes 5G en el mundo y 813 millones de enlaces, todos los cuales “se duplican cada año a un ritmo vertiginoso”, reveló un reporte de la organización 5G Américas este jueves.
5G Americas es un grupo comercial de la industria de las telecomunicaciones, compuesto por proveedores de servicios y fabricantes en el sector, los cuales impulsan el avance y las capacidades de tecnologías inalámbricas 4G y su evolución a 5G en el continente.
Entre los países con al menos una red 5G están Argentina, Colombia, Trinidad y Tobago, Surinam y Uruguay. Con dos: Guatemala, México, Islas Vírgenes y República Dominicana. Por su parte, Puerto Rico y Perú acumulan tres mientras Chile y Brasil ya van por cuatro redes en operación.
Según la entidad, desarrollar 5G ahora depende de cómo los consumidores y las industrias exploten las capacidades de esta nueva conectividad inalámbrica que aporta un mayor ancho de banda, el cual se traduce en velocidades para transferencias de datos de hasta 10 Gigabits por segundo (Gb/s). Un Gb/s equivale a 1.000 Megabits por segundo (Mb/s).
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Tan robustas se perfilan dichas redes y los eventuales servicios sobre ellas, que bien podrían dinamizar negocios y mejorar la competitividad de naciones enteras por el aumento exponencial previsto de aparatos conectados a Internet desde vehículos hasta robots, sean para uso industrial, infraestructura urbana o aparatos domésticos y personales. Todo en tiempo real.
Sin embargo, para su desarrollo se debe reasignar espectro radioeléctrico; un bien del Estado compuesto por todas las ondas electromagnéticas que viajan por el espacio y gracias a las cuales son posibles las telecomunicaciones modernas. En este aspecto, Costa Rica acumula años de atraso en el ordenamiento de esas frecuencias de transmisión mientras otras naciones se adelantan.
“Hemos visto éxitos tempranos de algunos operadores con acceso inalámbrico fijo como complemento o reemplazo de la conectividad de banda ancha, así como algunas discusiones iniciales que involucran asociaciones combinadas de conexiones satelitales y celulares. Claramente, la cobertura inalámbrica sigue siendo una aplicación clave para 5G”, indicó 5G Américas en un comunicado este jueves.
Conforme más redes comerciales de 5G aparecen, la organización advierte de más empresas interesadas en vincular esta tecnología con sus modelos comerciales. Los campos más prometedores, añadió el grupo, serían entornos laborales en línea y sectores como fabricación de distintos bienes, transporte, atención médica y finanzas; entre otras.
Atrasos
En mayo, la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) emitió el reporte Costa Rica Próspera: Habilitadores para la generación de empleo y progreso social en el cual alertó que una barrera nacional es el desarrollo de infraestructura digital por la falta de espectro radioeléctrico necesario para que el sector de telecomunicaciones disponga de todas las bandas de frecuencia requeridas para 5G.
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Aparte de desaprovechar hasta hoy esta tecnología, Cinde señala que aún con las frecuencia disponibles, se ocuparán inversiones “importantes” en infraestructura de redes para 5G y superar limitaciones tramitológicas que “podrían incrementar el período de implementación de la red 5G”.
Según Cinde, 5G podría convertirse en el habilitador de actuales desarrollos de plataformas de negocios digitales, herramientas y dispositivos, además de los eventuales usos emergentes vinculados al tema, como el Internet de las Cosas, la analítica de datos, el cómputo en la nube, inteligencia artificial, machine learning y robótica.
“Una red robusta de servicios 5G habilitaría una amplia capacidad de incidencia en el futuro tecnológico del país y de la región. Pese a ello, el país actualmente no cuenta ni siquiera con una señal de prueba para el desarrollo de prototipos, lo que consecuentemente limita y afecta al sector TIC”, se enfatizó en el informe.