Probablemente usted ha salido a correr o a caminar en las mañanas y más de una vez se ha topado con unos vecinos silvestres muy particulares, unas criaturas con ojos tiernos y una máscara pintada en su rostro: los mapaches.
Estos animales son atrevidos, curiosos, y nocturnos, pero también se les puede ver activos durante el día y sobre todo cuando encuentran alguna fuente de alimento o refugio cerca de nuestras casas.
La Nación conversó con varios expertos para comprender por qué estos animales tienen cada vez más presencia en las ciudades y cómo controlarlos de una manera responsable. Matarlos o envenenarlos no es la salida.
“Cuando una persona tiene visitas muy frecuentes de mapaches en su casa o en su comunidad tiene que entender que esa visita es el síntoma de muchas causas que debemos identificar, y preguntarnos ¿por qué los mapaches están específicamente visitando mi casa?”, dijo José Pablo Vásquez, biólogo del Programa de Vida Silvestre Área de Conservación Central- Sinac-Minae
Según Vásquez, los mapaches no llegan a las casas o a las zonas urbanas simplemente porque se les antojó, sino porque hay algo que es recurrente, que viene de hace tiempo y que los está atrayendo:
“Los mapaches urbanos son capaces de encontrar una gran variedad de alimentos en las zonas urbanas como residuos sólidos en lugares inadecuados, alimentos de la mascotas en los patios y de fácil acceso. Con respecto a los refugios, tienen la facilidad de adaptarse a nuestro modo de vivir y encontrar un hábitat de preferencia en un lugar cercano al sitio donde ya encontraron su fuente de alimento”, explicó Vásquez.
Fernanda Gómez Corrales, médico veterinaria zootecnista de 122-Vet Jacó, explicó que los animales y en especial los mapaches cada vez tienen menos espacio natural para desarrollarse. “Nosotros somos los que estamos invadiendo cada vez más sus entornos y entonces ellos simplemente ven la opción de acercarse porque este también es su hábitat y lo compartimos con ellos”.
Gómez opina igual que Vásquez sobre la necesidad de depositar de manera correcta la basura y no dejarla en lugares inapropiados en la calle al alcance de estos animales silvestres. Esto también es importante para evitar que los mapaches puedan intoxicarse al comer alimentos procesados, que sean víctimas de atropellos o sean atacados por los perros que hay en las viviendas.
“Yo, como médico veterinaria de emergencias, les puedo contar que me llevan a los perros para que los cure, luego de una pelea con algún mapache, pero no llevan al mapache herido, por lo que muchos mueren, esto es muy preocupante porque a pesar de que se les ve como una plaga, invasores etc., son parte de nuestra biodiversidad y tenemos que protegerlos”, agregó Gómez.
¿Qué no debemos hacer?
La iniciativa Costa Rica Silvestre busca compartir con la población costarricense la gran cantidad de información, materiales digitales, campañas de sensibilización y divulgación sobre los animales silvestre.
De acuerdo con Costa Rica Silvestre en el país existen dos tipos de mapaches: los de ciudad que tienen su propio ecosistema urbano y los mapaches del bosque con su ecosistema natural.
Los mapaches urbanos viven cómodamente hasta que a alguien le moleste. Lo primero que las personas piensan es en deshacerse de ellos, matándolos, envenenándolos, atrapándolos, y enviándolos al bosque. “Por favor, no haga nada de esto”, dicen los expertos.
También puede darse el caso de personas que para “eliminarlos”, se los llevan nuevamente al bosque, pero esto tampoco es correcto.
“Algunas personas lo hacen pensando que hacen el bien insertarlos en su hábitat, pero eso es un error ya que existe la posibilidad de que alguno de estos mapaches trasladados, transmitan enfermedades y parásitos a los animales silvestres que viven en el bosque poniendo a todos en peligro.
“Además, en un ecosistema natural solo hay alimento y refugio para la población que vive ahí, los animales urbanos están acostumbrados a vivir en la ciudad. Cambiar de hogar les causa mucho sufrimiento y es posible que no logren sobrevivir.
“Ni exterminarlos, ni reubicarlos va a arreglar la situación, si las condiciones de alimento, agua y refugio en la ciudad siguen siendo las mismas, ya que solo provocaría que la población de mapaches siga creciendo”, explicó Vásquez.
Entonces, ¿Qué debo hacer?
De acuerdo con el Programa de Vida Silvestre del Área de Conservación Central- Sinac-Minae, seguir los siguientes pasos es indispensable para lograr efectivamente la disminución en el número de individuos presentes.
- Identifique las posibles fuentes de alimento en su comunidad. Tome las medidas necesarias para evitar que los mapaches urbanos obtengan ese recurso. Si en su comunidad no hay comida de fácil acceso, ellos seguirán moviéndose.
- Identifique los posibles accesos a cielorrasos, entrepisos, bodegas, o cualquier infraestructura que pueda servir de refugio para los mapaches y clausúrela.
- En caso de hallazgo de crías, procure que permanezcan bajo el cuidado de sus padres. Considere la posibilidad de dejarlos en el sitio para que los padres puedan regresar y recuperarlos. Cuando por algún motivo es necesario removerlos del sitio, busque el consejo de los especialistas (biólogos o veterinarios) antes de tomar cualquier decisión.
- Identifique posibles zonas de paso que frecuentan. Asesórese con expertos sobre cuáles son los posibles métodos de interrupción sobre zonas de paso, esto ayudará a reducir el tránsito de estos animales en los alrededores.
- Ayude a hacer conciencia en su comunidad, sensibilice a sus vecinos sobre la aplicación de las buenas prácticas de la fauna silvestre.
“Cuando se acercan a los seres humanos es porque las mismas personas propician las condiciones para su cercanía y permanencia y corregir esas condiciones que hemos conversado es responsabilidad de nosotros mismos”, concluyó Vásquez.
Las autoridades recuerdan a la población que matar, capturar o trasladar a un mapache de la zona urbana a su hábitat sin autorización está prohibido por la ley y constituye un delito, ya que son animales silvestres y la legislación costarricense los protege, porque son parte de nuestra biodiversidad y conviven con nosotros.