Del 15 de marzo y al 7 de mayo, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) generó 132.6 gigavatios (GWh) de energía a base de combustibles fósiles.
Esa generación implica que, en menos de dos meses, la entidad consumió toda la previsión anual de generación de electricidad térmica; más cara por el costo adicional de importar el búnker o diésel para ese fin y más contaminante por las emisiones.
La Intendencia de Energía de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) había estimado en 131 GWh toda la electricidad térmica prevista del 1.° de enero al 31 de diciembre del 2018.
La energía térmica que ya se generó representa 3% del consumo nacional, el cual ascendió a 3.867 GWh entre el 1.° de enero y este 7 de mayo a las 4 p.m., según confirmó este diario a partir de datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cence) del ICE.
El resto del consumo provino principalmente de fuente hidroeléctrica (65%), eólica (21%), geotérmica (9%) y biomasa (2%).
El año anterior, en cambio, la generación térmica aportó solo 0,9% del consumo entre el 1.° de enero y el 6 de mayo, con un total de 35 GWh, según estadísticas del Cence. En ese mismo período, además, la planta hidroeléctrica Reventazón (Siquirres, Limón) aportó 260.5 GWh al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) .
Esta crecida en la generación térmica en el primer trimestre del año, se debe a que el aporte eólico al SEN fue variable entre marzo y abril en un punto de la temporada seca en el cual también tiende a crecer la demanda de energía por una mayor uso de aires acondicionados, principalmente en edificios y comercios.
A esto se suma el hecho de que desde el 15 de febrero, el ICE sacó de operación la planta hidroeléctrica Reventazón: la mayor del país con 305 megavatios de capacidad instalada.
La megaestructura está fuera de servicio debido a reparaciones por una fuga en el macizo del vertedero, la cual obligará a tenerla seis meses sin aportar energía al SEN.
El año pasado, del 15 de febrero al 22 de agosto (período de interrupción previsto por reparación este año), dicha planta aportó 507 gigavatios de electricidad al SEN.
Mario Mora, intendente de Energía de la Aresep, había supeditado el cumplimiento de la meta anual de 131 GWh a la evolución que experimenten otras fuentes de generación como la hidroeléctrica, la eólica, la geotérmica; así como biomasa y solar.
Sin embargo, al ser consultado por este diario, tampoco descartó ajustes en la previsión de más gasto térmico lo cual dependerá "de la influencia de factores climáticos y el aprovechamiento que realice el país de importaciones provenientes del mercado eléctrico regional", señaló.
Al superarse ya todo el gasto previsto en térmico del 2018, la Intendencia podría verse obligada a subir las tarifas en próximos meses.
La caída en la generación a base de búnker o diésel durante el último trimestre del 2017 generó alzas mínimas en el recibo mensual de la luz, las cuales oscilan entre 0,5% y 1% a desde abril.
Así lo autorizó la Aresep en su estudio tarifario para el cálculo variable combustible (CVC) del II trimestre de este 2018, con el cual se financia el gasto en hidrocarburos que hace el ICE para dicha fuente de generación.
Sin embargo, el ritmo de generación térmica actual podría obligar a la Aresep a retomar la tendencia al alza en el próximo ajuste tarifario por CVC.