El atraso para desplegar redes 5G le costaría al país cerca de $1.134 millones al 2024, un impacto equivalente a entre 7,7% y 12,8% del producto interno bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
La pérdida respondería al estancamiento y desprovechamiento de oportunidades en manufactura, transporte, salud, servicios financieros, comercio, energía e incluso entretenimiento, áreas en las que otras economías ya sacan ventaja.
Las estimaciones se basaron en informes del Consorcio Bluenote-SSA, firma contratada en mayo del 2019 para elaborar un estudio técnico y de mercado de necesidades de espectro radioeléctrico para sacar a eventual subasta el espectro radioeléctrico entre empresas externas con interés en invertir y desarrollar tal tecnología.
Los cálculos del perjuicio económico los consignó la Sutel en una opinión técnica que emitió en octubre sobre el nivel de competencia en este mercado y los pasos para desarrollar esa tecnología.
Su opinión técnica se centró en el acuerdo al que llegó el Gobierno con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), con el fin de que la empresa pública concretara la devolución de espectro radioeléctrico que mantenía ocioso; devolución que resulta insuficiente en opinión de Sutel.
“Dado que uno de los principales resultados esperados de la tecnología 5G es la mejora en la productividad de las empresas y las personas, finalmente el retraso en la implementación de esta tecnología se ve reflejado en la competitividad del país”, alertó Sutel.
A inicios de mes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) resaltó el atraso costarricense en este tema, pues el país está quedándose rezagado en despliegue de redes 5G frente a economías latinoamericanas donde ya existen más de 22 redes en funcionamiento. Así lo plasmó la OCDE en su informe Estudios Económicos de la OCDE: Costa Rica 2023.
Por ejemplo, Argentina, Colombia, Trinidad y Tobago, Surinam y Uruguay ya cuentan con una red 5G. En tanto, Guatemala, México, Islas Vírgenes y República Dominicana tienen dos. Puerto Rico y Perú acumulan tres mientras Chile y Brasil ya van por cuatro redes en operación.
Para OCDE, liberar más espectro permitiría concesionarlo, lo que facilitaría la entrada de proveedores (inversión extranjera). En esa línea, instó al Gobierno a “establecer un proceso de concesión transparente y riguroso” para lograr un mercado competitivo.
Frecuencias insuficientes
Como han insistido Sutel y las cámaras de tecnología, el espectro devuelto por el ICE no basta. Se requiere otra banda de transmisión para que la subasta internacional de frecuencias resulte atractiva para compañías interesadas en desarrollar nuevos usos de 5G.
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Falta recuperar frecuencias en la banda 2.600 Megahercios (MHz), de la cual el ICE concentra 190 megahercios. De la banda de 3.500 MHz, la empresa todavía tiene 100 megahercios para sus desarrollos comerciales, incluso luego de ceder los 125 megahercios en setiembre pasado.
¿Será posible recuperar más espectro en poder del ICE mediante otro acuerdo con esa entidad?
La interrogante fue planteada por La Nación a Paula Bogantes Zamora, ministra de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), quien asumió el cargo a inicios de febrero.
La jerarca no descarta realizar recuperaciones mediante el mecanismo de Acuerdo Mutuo de Devolución. Sin embargo, no precisó si hay conversaciones con el ICE encaminadas a lograrlo.
La Ley General de Telecomunicaciones establece en su artículo 2 que debe hacerse un uso eficiente del espectro radioeléctrico al ser escaso y estratégico, caso contrario, deben retirarse las concesiones y poner ese espectro a disposición por medio de una licitación pública.
Entretanto, en su artículo 8, advierte que debe garantizarse una asignación “justa, equitativa, independiente, transparente y no discriminatoria” de dicho espectro y además asegurar que la explotación de las frecuencias se realice de “manera eficiente y sin perturbaciones producidas por interferencias perjudiciales”.
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Precisamente, al informar del impacto económico por el retraso en 5G, Sutel advirtió de la asimetría en el mercado de telecomunicaciones móviles porque el ICE tiene “tres veces la cantidad de espectro que poseen los otros operadores móviles”.
Para el ente regulador, esa desproporción dañaría la competencia en el mercado, ocasionaría distorsiones y le quitaría impulso a firmas internacionales a participar en una futura subasta de espectro para 5G.
Carlos Alvarado Briceño, quien fuera jerarca del Micitt hasta el 1.º de febrero, le pidió a Sutel, un mes antes, nuevos estudios de necesidad y factibilidad para 5G, con el fin de determinar si es posible excluir la banda de 2.600 MHz para iniciar el proceso de licitación de una subasta internacional de bandas para 5G.
Sobre este aspecto, se le preguntó a la nueva jerarca si el Gobierno buscará separarse de la recomendación de Sutel de incluir la banda de 2.600 MHz y si le ordenaría organizar la licitación sin esa banda.
De acuerdo con la ministra, en este momento hay suficientes segmentos de frecuencias en distintas bandas para que el Ejecutivo cumpla el requerimiento para hacer el concurso.
Por esta razón, dijo, ella consideraría proceder cuanto antes con una asignación de los segmentos disponibles mediante la celebración de ese primer concurso para 5G.
“Lo anterior, sin embargo, en total respeto de las competencias y el análisis que realiza la Sutel, incluyendo la perspectiva de competencia de esta situación”, indicó.
La ministra dijo compartir la preocupación por las consecuencias que tiene para el país postergar la decisión.
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Bogantes Zamora sí reconoció que los estudios de necesidad y factibilidad de bandas para 5G emitidos en 2021 permanecen hoy y que estos señalan el interés de algunos actores en el mercado por la banda de 2600 MHz.
“Sin embargo, es de conocimiento público que algunas condiciones analizadas en su momento han cambiado. Por ello la relevancia del estudio que realiza Sutel, para actualizar la factibilidad del concurso con esta consulta pública de mercado para definir si persiste el interés en esta banda o si se puede iniciar el proceso concursal con el espectro disponible”, argumentó.
El desarrollo de 5G, una evolución de las telecomunicaciones móviles, está estrechamente ligado a la capacidad de cada mercado y economía de explotar las capacidades de esta conectividad inalámbrica superior. En términos simples, 5G supone un monumental ancho de banda respecto a las redes 4G actuales con transferencias de datos de hasta 10 Gigabits por segundo (Gb/s).
Un Gb/s equivale a 1.000 Megabits por segundo (Mb/s).