La prevención del deterioro cognitivo es un tema de creciente relevancia en la sociedad actual. A medida que la población envejece, la demencia y otras enfermedades neurodegenerativas preocupan tanto a los profesionales de la salud como a las familias. Sin embargo, muchos expertos sostienen que adoptar hábitos saludables retrasa o incluso previene el avance de estas condiciones. La psicóloga Kimberley Wilson compartió con el medio Newsweek su enfoque personal para mantener un cerebro saludable y activo.
1. Desafíe su cerebro para mantenerse activo
Wilson enfatizó la importancia de desafiar constantemente el cerebro. “Es fundamental involucrarse en actividades que realmente pongan a prueba sus habilidades cognitivas. Aprender algo nuevo, como un idioma o un instrumento musical, es más efectivo que los juegos de palabras o los crucigramas”, afirmó.
La creación de nuevas conexiones neuronales es crucial para fortalecer lo que se conoce como reserva cognitiva. Esta reserva actúa como un escudo contra el deterioro cognitivo, permitiendo que las personas mantengan su funcionalidad incluso en la presencia de lesiones cerebrales.
Las interacciones sociales también son esenciales en este desafío. Conversar con amigos o participar en actividades grupales ayuda a ejercitar la mente y combate la soledad, un factor de riesgo importante para la salud cerebral. “Mantener conexiones significativas es una forma de invertir en su salud mental”, señaló Wilson.
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2. Alimente su cerebro con nutrientes esenciales
La alimentación juega un papel crucial en la salud cerebral. Wilson aconsejó incluir verduras de hoja verde en la dieta diaria, citando estudios que indican que estas pueden hacer que el cerebro envejezca más lentamente. “Las personas que consumen estas verduras tienen cerebros hasta 11 años más jóvenes que sus pares”, afirmó. Los nutrientes como la luteína y la zeaxantina, presentes en estos alimentos, benefician la salud ocular y protegen el cerebro contra la neurodegeneración.
Además, las bayas, especialmente los arándanos, son recomendadas por su alto contenido en antioxidantes, que favorecen el funcionamiento cerebral. “Una dieta rica en fibra también es esencial para mantener un cerebro sano”, añadió Wilson.
3. Haga crecer su cerebro con ejercicio regular
El ejercicio es otra piedra angular en el mantenimiento de la salud cognitiva. Wilson compartió su rutina de ejercicios, que incluye actividad cardiovascular y entrenamiento de resistencia. “Hago ejercicio casi todos los días, lo cual es fundamental para mantener la salud de los vasos sanguíneos en el cerebro”, indicó. La actividad física regular no solo ayuda a mantener la salud física, sino que también mejora la circulación sanguínea, beneficiando el cerebro.
El entrenamiento de resistencia es particularmente beneficioso para las mujeres mayores, ya que se ha demostrado que reduce el daño cerebral y promueve el crecimiento neuronal. “Los mismos factores que ayudan a construir músculo también son esenciales para la salud cerebral”, explicó Wilson.
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4. Descanse su cerebro para una mejor recuperación
Finalmente, Wilson resaltó la importancia del sueño para la salud cognitiva. Un descanso adecuado favorece el bienestar general y es crucial para el funcionamiento del cerebro. “La falta de sueño se ha relacionado con un envejecimiento acelerado del cerebro”, advirtió. Una buena higiene del sueño es esencial. Wilson recomienda crear un ambiente propicio para el descanso, utilizando tapones para los oídos y máscaras para los ojos, y manteniendo los dispositivos electrónicos fuera del dormitorio.
El enfoque de Wilson se basa en prácticas sencillas que cualquier persona puede incorporar en su vida diaria. Adoptar estos hábitos contribuye a la salud cerebral y mejora la calidad de vida en general. La prevención del deterioro cognitivo comienza con acciones concretas en el presente, y cada esfuerzo cuenta para construir un futuro saludable.