Lo que se inició en horas de la mañana como una manifestación pacífica “en defensa de la CCSS” terminó anoche en un zafarrancho –como no se veía hace tiempo en la capital– que tuvo como resultado 36 personas detenidas, dos diputados enfrentados con la Fuerza Pública y un caos vial de ocho horas en el casco central de San José.
El momento álgido se dio a las 6:20 p. m., cuando un centenar de efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) ejecutaron –después de haber advertido a los manifestantes– la orden de despejar la avenida, y así restablecer el paso para los peatones y permitir el tránsito de cientos de vehículos atascados en la capital.
El enfrentamiento dejó a un oficial con la nariz quebrada y a un civil con heridas de consideración. Ambos fueron trasladados a hospitales josefinos.
Dos horas antes, dos diputados del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carmen Granados y Claudio Monge, habían protagonizado otro altercado con la Policía, suceso en el que los legisladores fueron a dar al suelo y con la polémica de que Monge, aparentemente, habría derribado a una oficial de la Fuerza Pública, quien terminó en el Hospital Calderón Guardia para una valoración médica.
Este hecho provocó fuertes señalamientos entre los congresistas y las autoridades, así como la promesa de la oficial, de apellido González, de que denunciaría al legislador.
Fue hasta minutos antes de las 7 p. m. cuando la capital logró retomar su ajetreo habitual, que para esa hora es cuando miles de ciudadanos regresan a sus hogares.
Decenas de efectivos de la Fuerza Pública se mantuvieron en la avenida segunda hasta las 9 p. m., con el fin de asegurar el orden.
¿Cómo comenzó? La manifestación arrancó desde las 9 a. m. en el parque La Merced, sitio al que llegaron decenas de asegurados de diversos puntos del país para protestar frente al edificio de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por la baja en los presupuestos de clínicas y hospitales –adujeron–.
Esa marcha y manifestación fueron en gran parte pacíficas. El momento más complicado se dio al mediodía cuando el legislador del Frente Amplio, José María Villalta, increpó a los oficiales por tratar de dispersar a los civiles.
En ese primer momento de caos 11 personas fueron detenidas y pasadas al Ministerio Público acusadas de los delitos de desobediencia a la autoridad, alteración del orden público y obstrucción de vías. Anoche estaba pendiente que un juez viera los casos.
Fueron esas detenciones las que hicieron que los manifestantes se negaran a abandonar el asfalto.
Giro de las acciones. A las 4:30 p .m., mientras Juan José Andrade, jefe de la Fuerza Pública, daba una conferencia sobre lo ocurrido horas antes, en las afueras de la Caja se generó el encontronazo de diputados y manifestantes con la Policía.
Luego de ese momento, mujeres, niños, hombres adultos y líderes del movimiento que desde la mañana se manifestaba ante la Caja decidieron retirarse hacia la plaza de las Garantías Sociales, ubicada al costado sur del edificio.
En la avenida quedaron decenas de jóvenes bloqueando el paso de vehículos –varios de ellos se identificaron como universitarios–.
Eran las 6:20 p. m. y la UPI advirtió de que usaría la fuerza para despejar la vía. Así, se dio el tercer y último zafarrancho del día en la capital y a los 11 primeros detenidos se les sumaron otros 25.