De acuerdo con la resolución del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), que consta en el expediente de contratación del Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), se determinó que Dekra no cumplió con tres de los cuatro requisitos de admisibilidad financiera establecidos en el cartel.

Según esa resolución, únicamente la compañía Aplus CR, apoderada de la española Riteve (anterior operador) “cumplió a cabalidad con todos los requisitos de experiencia, capacidad financiera y admisibilidad técnica”.

La tercera compañía que había presentado su oferta dentro de esa fase fue la alemana TÜV Rheinland Certio S.L; cuya oferta no cumplió con los requisitos de admisibilidad técnica, por lo que también quedó fuera del proceso.

La intención del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) era que en esta etapa de precalificación avanzaran un mínimo de dos y un máximo cinco empresas; sin embargo solo se habían recibido las tres citadas ofertas.

Mediante ese proceso el Gobierno busca adjudicar a los dos futuros operadores que asumirán el servicio a partir de noviembre del próximo año, una vez que venza el permiso de uso en precario con el cual opera Dekra. Esa contratación se realizaría por 10 años.

El proceso de adjudicación ya arrastra varios meses de atraso, debido a que el Cosevi debió realizar una serie de enmiendas en el cartel tras varios recursos presentados por las empresas interesadas. La selección de los futuros operadores debe completarse antes de octubre del próximo año, antes de que finalice el período de la firma alemana.

Repetirán proceso

El ministro de Obras Públicas, Luis Amador Jiménez, aseguró el viernes, durante una conferencia de prensa, que sería necesario repetir el proceso, debido a que la Contraloría General de la República ha indicado que no quiere un monopolio, por lo que la lista de calificación debía tener al menos dos empresas.

“La precalificación, si solo queda una, se debe volver a sacar y dar más tiempo para ver si otras empresas ingresan para tener más precalificados (...) Una vez que tengamos más empresas, se lanza el concurso, o se lanza el concurso sin precalificación.”, afirmó el jerarca.

Según Amador, al ser una etapa inicial en la que se buscaba una precalificación, es posible volver a realizar el concurso y hacer un mayor esfuerzo a través de embajadas a fin de lograr mayor interés de participación de las empresas internacionales.

Al ser consultado sobre la escasa participación, pues solo tres firmas completaron esta primera fase, el ministro dijo desconocer si fue que no se dio el mismo esfuerzo de publicidad que el año anterior, cuando se realizó el proceso para el permiso de uso en precario, pues en esa ocasión se recibieron propuestas de 11 compañías.

Amador aseguró que esto podría deberse a que el proceso anterior fue liderado por su despacho, por lo que se había hecho promoción por medio de embajadas y cámaras de comercio de todo el mundo. La contratación actual está a cargo del Cosevi.

Ese proceso la selección que recayó en Dekra estuvo llena de polémica, debido a que la firma alemana no fue la que presentó la mejor oferta.

Sin embargo, en un comunicado enviado el 13 de setiembre del año anterior, el MOPT indicó que la selección de Dekra obedeció a “una decisión institucional y su otorgamiento es discrecional”.

Tras un año de prestar el servicio, la empresa alemana ha recaudado más de ¢14.000 millones producto de las inspecciones vehiculares, de los cuales ¢1.500 millones responden al cambio en el reglamento que obliga a los propietarios de vehículos a pagar la inspección completa si presentan más de un defecto.