El Hogar Santiago Crespo Calvo, que cuida a unos 200 adultos mayores en Alajuela, recibió en junio ¢1,3 millones producto de las utilidades en la lotería. Antes de la pandemia, esos ingresos mensuales rondaban los ¢15 millones.
Este centro de larga estancia es una de las 430 organizaciones de bien social que soportan parte importante de su operación con ayuda de los fondos que distribuye la Junta de Protección Social (JPS), y que se han visto sustancialmente afectados con la caída en los ingresos por lotería desde marzo, cuando se declaró la emergencia nacional por covid-19.
Los efectos de la pandemia continúan golpeando las arcas de la Junta, y esto, a su vez, afecta a organizaciones como los hogares de larga estancia para adultos mayores y para personas con alguna discapacidad, en estado de pobreza. También a la Cruz Roja, Programa de Prevención del Cáncer, Hospital Geriátrico, Pensiones del Régimen No Contributivo, Centros Diurnos para el Adulto Mayor, entre otros.
La presidenta de la Junta, Esmeralda Britton González, confirmó que las proyecciones realizadas en junio, cuando estimaron una caída en las utilidades de ¢6.000 millones, se quedaron cortas.
Nuevas proyecciones realizadas a inicios de agosto calculan la reducción en hasta ¢12.000 millones para final de año producto de la crisis económica agudizada por la pandemia y la disminución de las ventas.
Las utilidades presupuestadas para el 2020, sin el efecto covid-19, ascendían a ¢38.000 millones. Con covid-19, se calcula que descenderán a ¢26.000 millones.
“Tenemos los mismos juegos: chances, lotería nacional, la electrónica, los nuevos tiempos, la lotería instantánea. Los que han sufrido cambios son los de lotería nacional, que representan un 70% de los ingresos de la Junta.
“De tres sorteos semanales pasamos a uno. Nos habíamos mantenido en dos sorteos, pero cuando vino lo del martillo y la danza (restricciones y flexibilizaciones de las medidas sanitarias) tuvimos que hacer reajustes. En setiembre, estaremos viendo las condiciones del mercado para ver si lo óptimo es mantener dos sorteos y, poco a poco, incorporar un tercero”, explicó Britton.
Del 12 de junio al 21 de agosto apenas se han realizado 11 sorteos de la lotería popular y 4 de la nacional, informó la Gerencia de Producción y Comercialización de la Junta.
Hasta este lunes 31 de agosto, por ejemplo, se jugaría el sorteo extraordinario del Día de la Madre, del que todavía tenían pedacitos los vendedores, en horas de la mañana.
La institución ha tenido que recurrir a la Contraloría General de la República (CGR) para que autorice el uso de fondos del superávit específico, que sirvió, en parte, para atender las necesidades de junio y julio.
Por eso, en julio, centros como el Santiago Crespo registraron un incremento en los ingresos por esa fuente. En este caso, el aporte mensual para julio fue de ¢17 millones.
Sin embargo, en agosto volvió a caer a ¢3,3 millones, confirmó el asesor legal del Hogar, José Luis Pacheco Murillo. No se sabe qué pasará en los próximos meses.
Incertidumbre
Según Britton, se envió una segunda solicitud a la Contraloría para cubrir agosto, setiembre y octubre, que aún sigue en revisión. Son alrededor de ¢4.000 millones los que deben pasar por ese proceso, dijo la funcionaria.
“Les tienen que aplicar la regla fiscal porque son consideradas transferencias corrientes. No es que queremos saltarnos los procesos, pero no queremos que esta ayuda social tenga esa restricción. Mientras eso no sea aprobado, lastimosamente se ven afectadas las organizaciones, aunque tengamos los fondos disponibles.
“Los fondos son de la Junta. La plata la tenemos en nuestros superávits, son fondos para proyectos que se retrasan de manera que podamos atacar las necesidades más importantes para dirigirlas a las organizaciones que deben tomar medidas por el tema de la covid-19”, dijo Britton.
Hogares como el Santiago están enfrentando una verdadera incertidumbre económica, agudizada por el recorte en los ingresos de fuentes de ayuda, como la Junta.
Esto sucede en momentos en que han debido atender un brote de covid-19 que enfermó a 128 de sus residentes, con todo lo que esto representa: adaptar infraestructura para tener cuartos de aislamiento, contratar personal para sustituir a los trabajadores que también enfermaron y comprar equipos de protección personal e insumos para desinfectar las instalaciones.
Ahí se estima en ¢200 millones la inversión para los próximos seis meses si continúan apareciendo brotes.
‘¡Hemos pasado por unas crisis!’
Los vendedores de lotería, mientras tanto, corroboran en la calle la reducción en las ventas.
María Cristina Ulloa Quesada vende lotería desde hace 15 años en las inmediaciones del Mercado Central, en San José. Este ha sido el tiempo más difícil que le ha tocado vivir en ese trabajo.
“¡Hemos pasado por unas crisis! La Junta nos ayudó marzo, abril y mayo (con un subsidio de ¢200.000 mensuales). Es un sorteo por semana en donde no se vende todo, y con un poquito de ganancia. Aparte de eso, que nos tienen solo con un sorteo por semana, metieron las loterías y chances digital, por Internet”, comentó.
La secunda una vecina de puesto, Marielos Vargas, vendedora a la entrada del mercado desde hace 38 años.
La situación para ellos se ha complicado porque, además, la Junta abrió la posibilidad de hacer compras digitales de lotería y ya no les da el subsidio a los 1.800 vendedores, el cual se los entregó durante tres meses.
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De los 11 sorteos de lotería popular y cuatro de la nacional, efectuados entre el 12 de junio y el 21 de agosto, apenas un 2,4% y un 3,1% de los billetes se han colocado vía electrónica, respectivamente.
La compra digital, explicó Britton, se estableció a finales de mayo para abarcar un mercado que estaba cautivo: la gente profesional y más joven. Ahí, según dijo, se coloca la lotería que antes era destruida porque no se vendía en el mercado. En agosto y setiembre el área comercial capacitará a unos 1.500 vendedores.
“Estamos estableciendo con ellos alternativas para mercadear el producto por redes sociales que les permita seguir vendiendo el producto aunque en modalidades diferentes. Redujimos el problema del contagio y también la posibilidad de que asalten a los vendedores. Todos están innovando para ofrecer sus productos en línea”, aseguró Britton.
Colaboró el fotógrafo Alonso Tenorio