Dice que aún faltan detalles, que no está del todo seguro, pero su discurso lo dice claramente: el diputado y abogado José María Villalta Florez-Estrada quiere que su fotografía vaya en la papeleta presidencial que casi tres millones de costarricenses podrían tener en sus manos en los comicios del 2014.
Solos dos razones lo evitarían. La primera sería improbable: que la Asamblea del Frente Amplio (FA) le dé la espalda al muchacho preferido del fundador del partido, José Merino, fallecido en octubre por una enfermedad terminal que le fue atendida en La Habana.
La segunda está por verse: que el único partido de izquierda representado en el Congreso se una a una coalición con un candidato que represente todos los colores.
De momento, afina detalles para hacer su anuncio esta semana para un proyecto que, admite, tendrá que hacer rodar cuesta arriba.
¿Qué pesó más en su decisión de ser candidato presidencial?
El apoyo hacia esa propuesta en el interior de mi partido y en sectores externos. Siempre he dicho que para mí la decisión debe partir de que haya un altísimo apoyo.
Y bueno, don José (Merino) señaló directo a su cabeza, ¿no?
No directamente. Don José sí tuvo la visión de abrir espacios a nuevas generaciones.
Pero él nos lo dijo que lo veía a usted como candidato.
Sí, él fue una de las primeras personas que apoyó la idea , pero en este partido no hay una línea ni borregos. No hay dedazos (Villata fue asesor parlamentario de Merino entre los años 2006 y 2010).
¿Para qué querría usted ser candidato presidencial?
Sería con la convicción de que ya es hora de renovar la política en Costa Rica. Sería por la generación a la que pertenezco (36 años), los treintañeros, los venidos de la ‘década perdida’ y el supuesto fin de la historia (Fukuyama).
”Nos tocó soportar lo peor de la reformas neoliberales, pero somos la generación del “ combo” (del ICE, en el 2000). Nuestra generación tiene mucho qué aportar”.
¿Puede ser la edad un factor aglutinador?
Sí, porque el rasgo distintivo es este desencanto con los políticos que nos han gobernado; es esa pérdida de oportunidades y del Estado de bienestar. Precisamente, el reto es devolver la esperanza a esa gran masa de gente desilusionada. Ahí está el vínculo.
¿Eso no sería como decir que las mujeres voten por la mujer? No, usted interpreta mal. Esa es mi motivación, pero la propuesta es para las grandes mayorías que están sufren. Cuado hablamos de un cambio en la política no es vacío, como nos han ofrecido en elecciones anteriores. Decimos de recuperarla senda y de repartir con justicia la riqueza; reorientar las prioridades. Es una propuesta que abar a todos los sectores.
¿Cree que puede ganar?
Yo creo que sí, pero la primera pregunta es ¿qué haría si gano? Y por eso he reflexionado tanto. No seré un relleno para atraer votos, sino para plantear una alternativa.
Muy buenos candidatos han perdido y otros muy malos candidatos han ganado.
Sin dudas, hay distorsiones que conspiran contra los proyectos alternativos, como el financiamiento desigual, la mediatización y la trivialización de las campañas. Tengo claro que nuestra lucha es cuesta arriba, pero estoy acostumbrado.
¿Confía en este electorado que eligió a todos los gobernantes que a usted le han disgustado?
Costa Rica no se merece Gobiernos tan malos, pero tampoco idealizamos el pueblo. La gente que ha votado por estos gobiernos tiene una responsabilidad y otros se han quedado de brazos cruzados. Lo que creo es que hay todavía una importante reserva de principios. A Costa Rica todavía le corre sangre por las venas, como decía don José.
¿Va usted por una coalición?
Nosotros tenemos plan A y plan B. El A es conformar una coalición progresista con un programa claro contra políticas neoliberales. No puede ser un rejuntado ni algo ambigua como la alianza legislativa. El plan B: vamos solos a las elecciones con compromiso. Definir rápido su candidatura favorece cualquiera de las dos opciones.
¿Está dispuesto entonces a bajarse de la silla de candidato?
Estoy totalmente dispuesto a ese escenario.
La gente decidió que Frente Amplio tuviera un solo diputado. ¿Qué le hace creer que puede ganar la Presidencia?
Nuestro partido crece con mucha solidez. Es mucha más la gente que se siente representada por este único diputado que la gente que votó por nosotros. La tarea es traducirlo en más votos.
¿Iría en coalición con la corriente de Ottón Solís en el PAC?
Podríamos considerarlo, aunque hay afinidades con otros sectores más progresistas. Así como coincidimos en la lucha del TLC, podríamos verlo en principios esenciales. Tampoco hay que estar de acuerdo en todo, pero estamos preparados para unirnos, quizá como a mitad del siglo XX se unieron Manuel Mora (comunista), monseñor Sanabria y Calderón Guardia.
¿Y con el PUSC? Hay muchos PUSC. Está el neoliberal, pero también el que quiere volver a sus raíces. Tenemos que ver cuál sector gana la batalla interna. Con el PUSC que vuelve a las raíces, podemos conversar.Suponemos que imposible con el Movimiento Libertario... Sus políticas con incompatibles con nosotros.
¿A qué diputado destacaría entre la oposición?
Carmen Muñoz (PAC, pro equidad de género y derechos de gais).
¿Y del oficialismo?
Eso está más difícil... Creo que Pilar Porras (San Carlos).
Usted no es de los que se emociona con el Corrido de don Pepe .
Reconozco su valor histórico y lo admiro, pero no me emociona.
Fue un rival de los comunistas.
Desearíamos tener ahora rivales como don Pepe.
¿Cuál es su referente en la política? Eso que lo inspira.
Monseñor Romero (arzobispo salvadoreño asesinado en 1980). Admiro su coherencia y valentía para alzar la voz a favor de los más pobres. Se enfrentó a todos los prejuicios de la Guerra Fría y al sistema en su país para practicar los principios cristianos del amor.
¿Es rentable decirse ‘de izquierda en Costa Rica? Existen muchos prejuicios y etiquetas, pero me he tomado gente a la que le digo “izquierda” y se asusta, pero le digo mis diez propuestas mayores y coinciden en todo. A algunos les asusta la etiqueta, pero está cambiando. En Costa Rica es urgente una izquierda moderna y realista, pero fuerte y vigorosa. Estamos an mal por el gran viraje que hemos dado hacia la derecha. Esa es la causa de corrupción y de violencia que tenemos.
¿Le gusta Hugo Chávez?
Me gusta su valentía para enfrentarse al gran poder económico y fomentar su política social.
Pero su gobierno es ahora el que tiene poder económico.
Sí, pero Venezuela tiene 100 años de tener esa riqueza y hasta ahora se reparte un poco.
¿Qué le disgusta de él?
Lo que no me gusta de muchos procesos en el continente es el caudillismo. Creo que los grandes cambios,los hacen los pueblos.
¿A cuál admira en América?
A ciegas, votaría por Pepe Mujica (Uruguay).
¿A cuál presidente del continente apoyaría entusiasmado? Votaría a ciegas por Pepe Mujica (Uruguay).
¿Cómo se va a financiar su campaña política?
Estoy ansioso de que se aprueben las propuestas del TSE para pequeñas donaciones . Le daría transparencia al proceso electoral.
Entre el 2010 y el 2014, ¿que debe hacer el FA distinto?
Muchas cosas. Lo primero es empezar temprano, unificar nuestros mensajes y tenemos que bajar a la tierra con un discurso más llano.
¿ Hablar como La Teja ?
No es necesario llegar a tanto para llegar al corazón de la gente.
Eugenio Trejos (candidato presidencial del FA en el 2010 y exrector del Instituto Tecnológico) se desapareció del mapa político.
Tengo tiempo de no conversar con él. Lo he visto distanciado de la política.
¿Él sí fue un relleno en el FA?
No, le tocó ser candidato cuando el partido estaba muy cele.
¿Patricia Mora (profesora de Sociología en la Universidad de Costa Rica y viuda de Merino) sería una buena carta del FA para el Congreso?
Sería excelente.
Ella sí que viene de tradición comunista fuerte.
Su sangre refleja lo mejor del comunismo costarricense, pero también la renovación del pensamiento. Es sangre nueva en la política visible, aunque no es tan nueva.
¿No tendría esto un aire de caudillismo? Es la viuda de Merino.
Bueno, ella debe ganarse ese puesto. Tiene mucho qué decir con voz propia. Quien piense en ella como un apéndice de su esposo, está muy equivocado. Y en todo caso, ya es hora de que haya una mujer diputada de izquierdas. La cultura machista ha sido transversal en todas las organizaciones.
Si usted pierde las elecciones, ¿a qué se dedicará?
El 1.° de mayo del 2014 estaré en la marcha de los trabajadores y seguiré como abogado y activista ecologista. No creo que vuelva a la Asamblea Legislativa. Me haría bien cambiar de aire, pero seguiré del otro lado de la barra.