Dos adultas mayores, una de 67 años y ciega, y otra de 87 años y en silla de ruedas, ganaron un recurso de amparo para obligar a la Municipalidad de Puriscal y al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) a quitar un muro de llantas que se levantó en un riachuelo cercano a la casa de estas señoras, en barrio Corazón de María.
En la resolución número 13129-2022, del 10 de junio anterior, la Sala Constitucional le da la razón a las quejosas y fija un plazo de un año para que el Ayuntamiento y el Sinac realicen las obras pertinentes.
Los magistrados basan su resolución en los hechos expuestos por estas adultas mayores, entre los cuales destaca la invasión de un área de protección de una quebrada con un muro de llantas en el lugar. Según el recurso, esto ocasiona daño ambiental y desviación del cauce del río hacia las propiedades.
El Tribunal verificó la lesión a derechos fundamentales tanto de parte del Sinac como de la Municipalidad de Puriscal.
“(...) si bien se verifica que el gestor ambiental de la corporación municipal recurrida realizó algunos actos de investigación atinentes a la referida denuncia y que funcionarios del Minae (Ministerio de Ambiente y Energía) procuraron dar seguimiento a esta, no menos cierto es que no se tiene por demostrado que se haya dado una solución efectiva a la problemática acusada; esto, a pesar de la gravedad de los hechos alegados”, indica el expediente del recurso de amparo.
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“(...) la solución al problema acusado debe provenir de una labor conjunta entre las partes accionadas, la cual debe ser célere, a fin de proteger la vida e integridad física de las personas tuteladas, así como el derecho al ambiente sano y ecológicamente equilibrado”, agregan los magistrados.
La resolución del 10 de junio ordena a la alcaldesa de Puriscal, Iris Arroyo Herrera, y a Óscar Daniel Bermúdez Rodríguez, jefe interino de la oficina subregional del Sinac en Puriscal, coordinar lo necesario para que en un plazo de un año esté resuelto el problema.
En su informe ante la Sala IV, el Sinac hace un relato de hechos donde confirma la construcción de un muro de llantas en un riachuelo que pasa 200 metros al sur de la gruta, en el barrio Corazón de María. Ese muro, afirman, está dentro del área de protección de la quebrada y cerca de una naciente de agua.
Según el informe, se identificó una invasión de aproximadamente 390 metros cuadrados al área de protección de la quebrada.
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Por su parte, Iris Arroyo Herrera defendió la gestión municipal ante los magistrados al solicitarles que rechazaran el recurso, pues afirmó que ninguna persona acusaba directamente al gobierno local. Agregó que el caso está en sede penal e insistió en que la Municipalidad atendió oportunamente todos los reclamos.