“El ‘agosto’ de nosotros es, precisamente, agosto. No hay un mes tan bueno para los cartagos como el que se viene”, dijo a mediados de esta semana un vendedor de granizados, uno de los tantos que se encuentran en las cercanías de la basílica de los Ángeles.
Como este vendedor, el comercio del centro de Cartago y el que se encuentra a lo largo de las rutas más concurridas por los romeros se preparan para poner a disposición de miles de peregrinos una oferta de bienes y servicios que va desde comidas rápidas hasta servicios sanitarios y venta de anteojos.
Aunque las autoridades locales no manejan cifras sobre la cantidad de dinero que se mueve estos días a propósito de la romería, el monto no debe de ser despreciable, si se toma en cuenta que solo este año se esperan 2,5 millones de peregrinos que visitarán a la Virgen de los Ángeles.
Aunque en su esencia y actividad son totalmente opuestas, en términos comerciales la romería es para Cartago lo que los festejos son para Palmares: una oportunidad para obtener ingresos, de los que todos quieren dejarse una parte.
Los primeros en la gama de servicios son los comercios formales.
La mayoría de restaurantes, panaderías, sodas y demás ampliarán sus horarios y personal desde este fin de semana, según constató este diario en un recorrido por Cartago.
Un ejemplo de ello es el restaurante La Puerta del Sol, al costado norte de la basílica: su planilla se amplía a 30 colaboradores, divididos en dos turnos de 12 horas.
Uno de los locales de la cadena de panaderías Musmanni también confirmó que se reforzará con más personal y hasta con seguridad privada, pues la cantidad de ventas y de clientes aumenta considerablemente a partir de esta semana.
Otros locales, como el de venta de lentes, llamado Medi-Óptica Salud Visual, ni siquiera piensan en el feriado como un día no laboral, todo lo contrario. Su administrador, Marlon Pichardo, afirmó que para estos días pasarán de dos a cinco dependientes por turno.
Pero no todos sacan provecho de la romería. Repuestos Oca, por ejemplo, cierra el 1.° de agosto al mediodía y abre el día 3, pues su clientela no son los romeros. En ese caso aprovechan para dar vacaciones a sus colaboradores.
Permisos. Pero no solo el comercio formal aumenta sus ganancias, pues, de acuerdo con el Área Rectora de Cartago, del Ministerio de Salud, estaban en trámite unos 200 permisos para actividades temporales o informales.
En fila estaban permisos para servicios sanitarios provisionales o venta de refrescos y comida rápida o empacada.
Aunque prefirieron el anonimato, administradores de chinamos alrededor de la basílica comentaron que este año se ha pagado hasta ¢1,5 millones por hacerse de un estacionamiento o corredor de alguna casa por unos cuantos días.
Lorena Orozco, del Área Rectora de Cartago, señaló que desde el lunes comenzarán las inspecciones para corroborar permisos, así como las pruebas de salubridad a los alimentos en venta.