Un empleado de Recope detenido como sospechoso del ‘sabotaje’ en el plantel de Moín, Limón, enfrenta desde este miércoles una causa penal por el delito de daños.
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía Adjunta de Limón que presentará al trabajador ante el Tribunal de Flagrancia, donde se solicitará prisión preventiva, informó la oficina de prensa del Ministerio Público.
El empleado, de apellido Sánchez, figura como uno de los posibles responsables de afectar el sistema de distribución de gas GLP (gas licuado de petróleo), la noche del martes. Los otros se dieron a la fuga.
“Ingresaron al cuarto de control para interrumpir el suministro eléctrico, desconectaron la subestación principal e inhabilitaron el sistema de control de nivel de las esferas de almacenamiento de gas GLP”, explicó este miércoles la Presidencia de la República, en un comunicado.
Ante consultas de este medio, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) detalló que los resposnables de los daños cortaron el tubo que transporta el aceite hidráulico del mecanismo de control de las válvulas de ingreso y salida del producto de las esferas.
“Al inhabilitar las bombas hidráulicas se cierran las esferas y no puede ingresar el producto a las mismas, condición que puso en alto riesgo las instalaciones y a las personas que estaban laborando, porque en el momento del vandalismo se encontraban descargando GLP del barco a las esferas”, añadió la Refinadora, según la evaluación que realizaron técnicos del Área de Instrumentación.
Por esta razón, la descarga de gas desde el buque quedó detenida desde las 10:50 p. m. , mientras 17 camiones cisterna aguardaban en las instalaciones para transportar el combustible, informó el presidente de la Refinadora, Alejandro Muñoz, en un comunicado.
El gas GLP o gas de cocina es un combustible utilizado en hogares, comercio e industria.
La situación se logró normalizar hasta avanzada la tarde del miércoles.
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Estos hechos ocurrieron al tiempo que en otros barrios limonenses se dieron actos vandálicos que dejaron 16 detenidos.
El “sabotaje” contra las instalaciones de Recope parecieran enmarcarse dentro de la protesta de esos y otros trabajadores contra la reforma fiscal que se discute en el Congreso.
Para evitar afectación, desde el domingo el Gobierno tomó control de los planteles de la Refinadora y los muelles, aunque se ha asegurado el abastecimiento de combustible la operación ha sido más lenta.