Los 210 estudiantes de Poasito de Alajuela estrenarán una amplia escuela en agosto, después de que el terremoto del 8 de enero destruyera ese centro educativo.
Las nuevas instalaciones cuentan con diez aulas académicas, dos para preescolar, otra para orientación, un salón de cómputo y una oficina administrativa.
Además, tiene una cancha deportiva techada, cuyo piso de concreto fue chorreado hace una semana por la empresa Holcim.
Actualmente dos cuadrillas de 60 trabajadores laboran los siete días de la semana para poder entregar la escuela el 20 de agosto.
Aún deben levantar las tapias y las mallas alrededor del edificio, señaló Martín Álvarez Alfaro, maestro de obras de la constructora Consultoría y Construcción R&S S. A.
Inversión. El nuevo edificio costará ¢515 millones y su financiamiento provino del presupuesto del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Se ubica casi al frente del edificio destruido, a un lado de la antigua plaza de deportes del pueblo.
Mientras se construía, los niños de Poasito recibieron clases en garajes, un antiguo establo y cuatro aulas provisionales que construyó la organización “Un techo para mi país”, dijo la directora de la institución, Sonia Barrantes Araya.
A esta escuela asisten niños de Poasito y Fraijanes de Alajuela, así como de Varablanca de Heredia y algunos barrios cercanos al volcán Poás, añadió Barrantes.
Antes del terremoto había 250 alumnos. Después de la tragedia esa cifra disminuyó a 210, pues algunas familias abandonaron la zona, contó la directora.
Horario ampliado. Al tener más espacio, todos los estudiantes podrán recibir lecciones en la mañana, por lo que el turno de la tarde se eliminará, afirmó la viceministra de Educación, Silvia Víquez.
La construcción debía finalizar en junio, pero las difíciles condiciones del clima atrasaron las obras, por lo que la empresa pidió ampliar el plazo hasta agosto.
“No fue por negligencia; por eso, le dimos permiso”, dijo Víquez.
Ahora, Barrantes espera que el MEP cumpla la promesa que le hizo hace pocos meses, de entregarle pupitres y mobiliario necesarios para todos los estudiantes, maestros y demás funcionarios.
Sin precisar fechas, la viceministra Víquez informó de que “pronto” comenzarán a construir nuevas escuelas en Fraijanes de Sabanilla y en Laguna y Pavas de Carrizal, en Alajuela, donde los centros educativos también resultaron muy dañados por el terremoto.
El MEP prevé que cada escuela cueste unos ¢500 millones y estén listas para el curso lectivo del 2010.
El proyecto más atrasado es el de Fraijanes, pues el MEP ha tenido dificultades para comprar un terreno por el alto precio que cobran sus propietarios, comentó Víquez.