Eugenia Cartín Barrios presentó la mañana de este viernes una demanda civil contra la empresa Tigo por la filtración a redes sociales de una conversación que sostuvo con empleados de servicio al cliente de la compañía. Cartín reclama $500.000 por el daño moral y perjuicios ocasionados a su imagen.
La traductora y su representante legal, Rodolfo Alvarado, interpusieron la gestión ante el Juzgado Civil de Mayor Cuantía de San José por los daños y perjuicios que, según ellos, la empresa Tigo Star le causó a Cartín al divulgarse, a mediados del mes pasado, un audio donde se revelan datos personales.
La propia compañía, en un comunicado de prensa, informó este mismo día que por razones legales no se referirá "al fondo de la demanda interpuesta".
Según Tigo, el caso está ahora en manos de su equipo legal "que atenderá cualquier consulta relacionada con el caso, en los términos y alcance que ellos consideren adecuados".
La mujer también presentó una denuncia penal ante la Fiscalía.
Durante la conversación, como ella lo admitió, se enfureció por las fallas en el servicio de Internet contratado, perdió el control e insultó en reiteradas ocasiones al empleado.
La empresa Tigo Costa Rica aseguró a este diario, la semana pasada, que se puso en contacto con Cartín Barrios, a quien le expresó que lamenta la situación provocada.
El abogado de Cartín, sin embargo, aclaró que ya rompieron la comunicación con la firma.
"Lo comunicación con ellos se detuvo. No podemos quedarnos así. Evidentemente esto afectó la imagen de doña Eugenia, su reputación y su tranquilidad. Este el paso lógico a seguir", manifestó.
Tanto Alvarado como su representada atribuyen la decisión de presentar cargos a la "intermitencia en la comunicación" con los representantes legales de la compañía.
El monto del reclamo, explicó el asesor legal, se divide en $250.000 por daño material y los $250.000 restantes por el daño moral.
"Mi primera intención es que empresas como Tigo y otras aprendan a respetar a sus clientes, empezando por la privacidad de sus conversaciones. Es cierto que deben grabarse, pero una cosa es eso, y otra es que lleguen a redes sociales. Mi intención es sentar un precedente de respeto hacia el cliente y hacia al ciudadano", expresó Cartín Barrios.
Según el artículo 24 de la Constitución Política, son inviolables los documentos privados y las comunicaciones escritas y orales de los habitantes de la República. "Se garantiza el derecho a la intimidad, a la libertad y al secreto de las comunicaciones", indica la Carta Magna.
Buscar responsables
La traductora de 72 años también presentó una denuncia ante el Ministerio Público, en la que relató todos los hechos suscitados desde que se divulgó la conversación; incluidas bromas, memes y burlas en distintas plataformas digitales.
Alvarado explicó que la denuncia se interpuso contra persona ignorada a efectos de que el Fiscalía, con apoyo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), realice las pesquisas necesarias para establecer quién es o quiénes fueron los responsables.
"Una vez que el Ministerio Público y el OIJ detecten a los responsables, el Ministerio Público continuará la acción penal en contra de las personas que corresponda. En ese momento doña Eugenia, como ofendida, presentaría la querella y la acción civil correspondiente", expresó Alvarado.
Alvarado adelantó que este lunes también acudirán a la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) a interponer otra denuncia para que esa institución establezca si corresponde algún tipo de medida contra Tigo Star por la violación al derecho a la intimidad.
La empresa aseguró en el comunicado: "Desde el primer momento, asumimos el caso con suma importancia y absoluta prioridad. Lamentamos profundamente la situación en la que, ambas partes, nos hemos visto afectadas. Desde el inicio manifestamos a la clienta nuestra disposición y apertura para colaborar en todo lo que sea
posible, respecto a este tema".
Colaboró el fotógrafo Albert Marín.