En seis años, Costa Rica ha gastado $30,5 millones en un fallido plan para construir una nueva refinería mediante la sociedad chino–costarricense Soresco, con la que hay discrepancia por sus gastos y el costo por planilla de 20 empleados asiáticos.
La Sociedad Reconstructora Chino–Costarricense (Soresco) nació en el 2009 con un fondo de $100 millones aportados, mitad y mitad, por Recope y la estatal Corporación Petrolera Nacional de China (CNPC).
De ese capital, quedan $39 millones (incluye ganancias por inversiones), confirmó Alejandro Muñoz, tesorero de Soresco.
Se suponía que todo el dinero permitiría a Soresco construir por $1.510 millones la nueva refinería de Moín, Limón, y luego arrendarla a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) que la operaría al menos 15 años.
Sin embargo, la Contraloría General de la República frenó el plan en junio del 2013 al descubrir un conflicto de intereses, pues el primer estudio de factibilidad o viabilidad de la inversión lo hizo la empresa china Huanqiu Contracting & Engineering Corporation (HQCEC), subsidiaria de CNPC. Por ese análisis nunca usado se pagaron $1,4 millones.
Choques. Sara Salazar, presidenta de Recope, confirmó que hay una “falta de consenso” con los miembros chinos de la Junta Directiva que compone Soresco sobre cómo continuar con el plan.
En reuniones este año, afirmó Salazar, la directiva de Soresco propuso recortar 60% su presupuesto de $10 millones para este 2015 y dejarlo en $4 millones, pero no hubo acuerdo porque Recope quiere bajarlo hasta $3,6 millones (64%) y eliminar plazas.
La Refinadora busca cortar de $370.000 a $51.000 el rubro trimestral de salarios, al eliminar 17 de los 20 puestos actuales, todos ocupados por ciudadanos chinos.
En nueve meses de este año, Soresco ha girado $1,07 millones en salarios a sus empleados y $1,5 millones en gastos corporativos.
Salazar aseguró que Recope también propone que Soresco repita el estudio de factibilidad. De lo contrario, que permita a la Refinadora hacerlo, pero una vez modificado el acuerdo de empresa conjunta creada por los dos países para gestionar el plan. Ninguna opción ha prosperado.
Durante varios días, este diario llamó en diversas ocasiones a la sede de Soresco en el parque Forum I en Santa Ana, San José, para consultar a su gerente general, Shi Zhenmin, sobre los desacuerdos con Recope, pero solo contestó un mensaje automático de la central telefónica.
¿Ruptura? Édgar Gutiérrez, ministro de Ambiente y Energía, no descarta que Costa Rica desista de seguir con China en el plan.
Dependerá del resultado de una reunión extraordinaria que autoridades de Recope ya gestionan con su socio chino CNPC, en una fecha y sitio por definir.
Si en la cita no hay acuerdos concretos o nuevas alternativas, dijo el funcionario, entonces se buscaría otro socio. En ese caso, se procuraría alguna utilidad a Soresco, pero, si no la hay, “habría que liquidarla”, añadió.
Hasta el momento, la sociedad tico-china ha gastado más de $60 millones. El estudio más costoso se le contrató por $32,6 millones a la firma WorleyParsons que hizo el análisis de factibilidad financiera y de riesgos y el diseño de la ingeniería. Luego sigue el estudio de $1,4 millones a HQCEC y el resto de gastos en planilla por $6,7 millones a octubre 2014, más $1,6 millones en cargas sociales. Además, otros $4 millones en alquiler de residencias del personal chino, vehículos y viajes.