Una de las principales condiciones que aparecen en el reverso de los pedacitos de lotería, es que además de que existe un plazo de vigencia de 60 días luego del sorteo, estos deben estar en buen estado “sin roturas ni alteraciones” que hagan dudar de su autenticidad para ser cobrados.
Algo parecido le ocurrió a un jugador de lotería, en lo que fue un caso tan particular que aún 25 años después, el encargado de pagar los premios en la Junta de Protección Social (JPS), Carlos Cantero, lo recuerda como uno de los más insólitos que ha visto pasar en los más de 30 años que tiene en el puesto.
Cantero compartió la historia del señor, a quien su firme deseo de cambio lo llevó a cometer un hecho del que seguramente se arrepintió muchas veces.
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Se trató de un asiduo jugador de lotería, quien cansado de ver la suerte pasar de lejos, decidió pegar, con goma de la que se utiliza para pegar avisos en los postes, un entero de lotería a una puerta de su casa. Lo hizo pensando que una vez más había gastado dinero sin obtener frutos, por lo que quería tener ese recordatorio presente para no volver a jugar.
Para su sorpresa, fue alertado días después por el chancero que le había vendido el entero, de que este había resultado favorecido con el premio mayor, que para entonces era de alrededor de ¢1 millón.
El problema es que no podía despegar el billete. Cantero recuerda aún la sorpresa que se llevó al ver al señor llegar con todo y puerta a su oficina, en las instalaciones de la JPS.
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Lamentablemente, no se pudo hacer efectivo el premio porque era necesario despegar las fracciones y eso no era posible sin que se estropearan.
Dentro de las anécdotas de Cantero, abundan situaciones como la citada, muchas con frecuencia corresponden a pedacitos que pasaron por la lavadora o se rompieron, de ahí la importancia de conservar bien dichas fracciones y sobre todo revisar con detalle las listas, pues hasta a los más incrédulos o resignados como el caso de este señor, les puede llegar la suerte.
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Otro incentivo es que, en caso de que no resulte favorecido, las fracciones de lotería se pueden activar para ganar otros premios mediante distintas promociones que mantiene la Junta; estas incluyen premios en efectivo que se rifan días después del sorteo del Gordo navideño que este año será el 18 de diciembre.
El premio mayor será de ¢1.600 millones por entero mientras que el poseedor de una fracción ganadora recibirá ¢40 millones.
Para el sorteo de este año, el costo de cada pedacito es de ¢2.000 mientras que el precio de un entero con 40 fracciones es de ¢80.000.