Este viernes 5 de agosto empezarán a regir los aumentos en el precio de las gasolinas y el diésel aprobados el lunes anterior por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Este jueves salió publicado en el Alcance 165 del diario oficial La Gaceta la resolución de la Intendencia de Energía de la Aresep. Por metodología tarifaria, todos los ajustes de precios empiezan a regir al día siguiente de esa publicación.
Este ajuste extraordinario, correspondiente a julio, implica que desde este viernes el costo por litro de gasolina súper y de regular aumente ¢88, mientras que el litro de diésel se incrementará en ¢131. Así, la gasolina súper pasará de ¢1.016 por litro a ¢1.104 mientras la regular de ¢993 a ¢1.081.
El diésel tendrá la subida más fuerte al variar de ¢873 a ¢1.004.
Al contrario de esos hidrocarburos, el gas licuado de petróleo (GLP), en su presentación de 25 libras, tendrá una segunda rebaja consecutiva: pasará de ¢10.363 a ¢9.871. El mes anterior, su precio había bajado de ₵10.372 a ₵10.363 (¢462 menos) con lo cual su precio se ha reducido 4,8%, en un lapso de menos de 60 días.
Por cálculo tarifario, la Aresep tiene previsto plantear otro ajuste extraordinario este próximo 12 de agosto, cuyas variaciones de precios, al alza o a la baja, previsiblemente entrarían a regir a finales de este mismo mes.
Con el alza de este viernes quedará casi anulado el efecto de rebajas que la Autoridad aprobó en junio, después de que el presidente Rodrigo Chaves firmara un decreto en el cual estableció que los consumidores de gasolina financiarían un subsidio al diésel para evitar alzas en tarifas de buses y transporte de carga.
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Con esa medida, se redujo ¢102 por litro a ese combustible a partir del 17 de junio. Sin embargo, el aumento de ¢131 al litro diésel esta semana pone fin a esa subvención.
‘Se nos fue de la mano’
El alivio pasajero con la baja en ese carburante lo admitió el propio mandatario este miércoles, en la conferencia de prensa después de la sesión de Consejo de Gobierno, cuando en referencia a la escalada de precios del año declaró: “se nos fue de la mano la situación”.
Durante la actividad en Casa Presidencial, el jerarca de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Juan Manuel Quesada, informó de que los precios seguirían al alza por variaciones en el tipo de cambio y el costo de los combustibles importados en el mercado internacional.
Sin embargo, la Autoridad también había atribuido responsabilidad a Recope en estas alzas al descubrir que hizo compras de derivados en junio, cuando los precios en el exterior estaban elevados debido a problemas de escasez mundial, pero luego no hizo otros embarques a inicios de julio cuando los costos en el extranjero tendieron a la baja.
Chaves mencionó luego de la intervención de Quesada que ahora valorará retomar una idea que los diputados de oposición, en especial los de Liberación Nacional (PLN) y la Unidad Social Cristiana (PUSC), plantearon al inicio de su gobierno y que él rechazó: reducir el impuesto único a los combustibles.
Tanto el mandatario como el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, habían advertido entonces del impacto que eso significaría para las finanzas públicas dado su alto endeudamiento actual.
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No obstante, este miércoles 3 de agosto, Chaves cambió el tono: “He instruido al ministro de Hacienda y a la ministra de la Presidencia para que preparen con carácter de urgencia un proyecto de ley para asegurar que el costo de los combustibles sea una realidad. Que eso sea llevado adelante, el financiamiento, que el impuesto único de combustible bajará por el periodo que sea necesario para asegurarse que el techo nunca va a ser roto”.
“El Gobierno de la República quiere que la gasolina y el diésel no suban, en el caso de la súper, más de ¢900 el litro, y el diésel, a más de ¢800″, expuso.