El presidente de la República, Rodrigo Chaves, aseguró este viernes que las primeras conexiones para redes 5G estarán operando en el país “antes de terminar el 2023″. Los servicios serán ofrecidos por la empresa estatal Radiográfica Costarricense S. A. (Racsa).
Chaves hizo el anuncio durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en la cual también se dio a conocer el lanzamiento del primer cartel para contratar la infraestructura necesaria para desplegar redes privadas empresariales basadas en esta tecnología.
El mandatario dijo esperar que las operadoras privadas también empiecen a desarrollar infraestructura para la prestación de este servicio.
Los anuncios se hicieron en momentos en que la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) y varias cámaras del sector califican como insuficiente la liberación que hizo el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) de bandas ociosas que pueden ser utilizadas para desplegar redes 5G.
A finales de febrero, Sutel advirtió al Gobierno sobre la necesidad de recuperar espectro radioeléctrico que tiene el ICE en la banda de 2600 Megahercios (MHz), si no se quiere malograr la subasta internacional de frecuencias que se deberá realizar con firmas interesadas en desarrollar la plataforma.
La Superintendencia manifestó que la banda media de 2600 MHz es la segunda de este tipo en importancia en desarrollos 5G a nivel mundial y, si se excluye del proceso concursal de subasta, no permitiría aprovechar las ventajas de los desarrollos de esta tecnología (economías de escala).
Chaves prometió, el pasado 2 de marzo, revisar la alerta emitida por Sutel, pero también solicitó a dicha dependencia que cuando el ICE estuviera listo para brindar 5G procurara facilitar el proceso para lanzar sus servicios, al margen del proceso concursal con firmas extranjeras.
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Este viernes, el Instituto dijo que “comunicará el avance de este proceso, así como la publicación del cartel para la comercialización masiva de servicios 5G en 2024″.
Por su parte, Mauricio Barrantes, gerente general de Racsa, señaló que “las redes privadas 5G facilitan la automatización de procesos de producción y manufactura, la creación de aplicaciones de realidad aumentada, robótica, Internet de las cosas e Inteligencia Artificial, y el desarrollo de experiencias de juegos en línea”.
Dichas redes están dirigidas a los segmentos de Gobierno, industria, agricultura, logística, pymes y sector corporativo. También atenderán necesidades vinculadas a sectores como medicina, transporte, entretenimiento, entre otros.
Costa Rica arrastra un considerable rezago en cuanto a la implementación de esta tecnología que, según estimaciones de la Sutel, costaría al país cerca de $1.134 millones al 2024, un monto que oscilaría entre el 7,7% y el 12,8% del producto interno bruto (PIB).
La pérdida respondería al estancamiento y desaprovechamiento de oportunidades en manufactura, transporte, salud, servicios financieros, comercio, energía e incluso entretenimiento, áreas en las que otras economías ya sacan ventaja.
En febrero pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también resaltó el atraso costarricense en este tema, frente a economías latinoamericanas donde ya existen más de 22 redes 5G en funcionamiento.