El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) prevé invertir $539 millones en los próximos dos años para desarrollar energía solar y eólica, con el objetivo de alcanzar los 412 MW de capacidad instalada a partir de estas fuentes, lo que representaría el 12% de la capacidad eléctrica actual.
El ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, anticipó que dos tercios de esta generación serán de energía solar; el 60% provendrá de la incorporación de empresas privadas.
Para el presidente Rodrigo Chaves, esta inversión permitirá corregir la “desafortunada” concentración en la matriz de energía, donde la generación hidroeléctrica ha sido priorizada y se ve afectada severamente por fenómenos como El Niño.
De acuerdo con la información del ICE, las plantas solares aportarán 270 megavatios, mientras que las eólicas, 122 megavatios, y las de biomasa, 20 megavatios. Esos proyectos serán desarrollados mediante alianzas público-privadas de acuerdo con la Ley 7200 que autoriza la generación eléctrica autónoma o paralela.
En criterio de Mario Alvarado, presidente de la Asociación de Productores de Energía (Acope), el plan no solo es útil para enfrentar el cambio climático, sino también para atraer inversión privada al país y mejorar las tarifas de los usuarios.
El anuncio de una mayor penetración solar llega en un momento en que la generación térmica ha experimentado un aumento desde el comienzo de 2024, según datos de la División de Operación y Control del Sistema Eléctrico del ICE.
La producción eléctrica con diésel o búnker ascendió a 357,4 gigavatios-hora (GWh) entre enero y el 5 de marzo, atendiendo el 15,6% de la demanda nacional con derivados del petróleo. En el mismo lapso, el consumo alcanzó los 2.272,5 GWh, mostrando un incremento del 4% respecto al mismo periodo de 2023.
Esta generación térmica podría reflejarse en aumentos de tarifas eléctricas. Este año se prevén gastos de ¢96.000 millones en generación eléctrica con hidrocarburos, según informó la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) a finales de enero.
No obstante, aún quedan ¢43.000 millones por trasladar a los recibos de los consumidores, pendientes de reconocimiento al ICE por la generación térmica del año pasado.
Desde enero, se implementó un aumento del 15,3% para clientes del ICE y del 2,5% para la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL). Las demás distribuidoras también han elevado los costos entre un 4,4% y un 11% por la misma razón. Jasec, en Cartago, por ejemplo, aplicó un 11,1%, y la ESPH, en Heredia, un 9,9%.
Este miércoles se anunció además de que a las plantas solares y la eólica (repotenciación de Tejona, en Tilarán) propiedad del ICE, en los próximos años se sumará el aporte de energía firme con los proyectos geotérmicos Borinquen I (2027) y II (2032), en Liberia, y capacidad de regulación con el Hidroeléctrico Fourth Cliff (2030), en Siquirres.
Energía solar desaprovechada
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) cuenta con tan solo 75 Megavatios (MW) de capacidad solar instalada, según estadísticas recopiladas por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) hasta julio de este año.
Sin embargo, al considerar plantas públicas y privadas de Costa Rica, la proporción es aún menor, ya que apenas el 0,14% del total, equivalente a 5,4 MW en operación, corresponde a plantas de generación pública. El resto se distribuye en paneles solares instalados en viviendas y empresas.
La generación solar formal es incluso inferior a la producida con biomasa, que alcanza los 38 MW (1,1%), en comparación con los 5,4 MW (0,2%) generados por dos plantas instaladas hasta la fecha: Juanilama de Coopeguanacaste R. L., con 4,4 MW de potencia, y Solar Miravalles del ICE, con 1 MW.