Este martes en sesión extraordinaria, el Consejo de Gobierno tomó la decisión de destituir a Alejandro Guillén Guardia, quien ocupaba la Presidencia Ejecutiva del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
En plena crisis por el agua contaminada con hidrocarburos, el Gobierno nombró a Juan Manuel Quesada Espinoza quien, hasta este martes, era presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
“La persona que ocupe la Presidencia Ejecutiva de Recope se anunciará próximamente”, informaron las autoridades.
La llegada de Quesada Espinoza al AyA, ocurre en medio de una emergencia sanitaria que mantiene a unos 107.000 habitantes de Tibás, Goicoechea y Moravia sin poder usar el agua que llega por las cañerías, debido a la presencia de un hidrocarburo que al cabo de nueve días de que se diera la alerta no se ha podido determinar.
A la fecha, tampoco se ha establecido el origen de la contaminación que, según se informó, ocurrió en las nacientes que abastecen la planta potabilizadora de Guadalupe. Es decir, el problema se originó fuera de las instalaciones de Acueductos, de acuerdo con pesquisas realizadas por científicos de la Universidad de Costa Rica.
Este mismo martes, el AyA anunció racionamientos de líquido tanto vespertinos como nocturnos, en los tres cantones afectados y en cuatro más, de donde se tomará recurso para llevarlo a los primeros.
El nuevo jerarca
Antes de su llegada a Recope, el abogado Juan Manuel Quesada Espinoza trabajó siete años como director jurídico y director general de Asesoría Jurídica y Regulatoria en la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep). Luego, por casi cuatro años, ocupó la Intendencia de Energía, entre 2012 y 2016, cargo que dejó por disputas que él mismo confirmó a este diario con el entonces regulador general, Roberto Jiménez Gómez.
“Evidentemente, en condiciones de desconfianza y desinformación -que a la fecha aún no encuentro justificación-, me es imposible desempeñarme como intendente de Energía en la forma enérgica y rigurosa en que lo he venido haciendo. Por esta razón, presento mi renuncia irrevocable como funcionario de esta institución”, indicó su carta de renuncia a la cual tuvo acceso La Nación.
Desde Recope, entretanto, Quesada ha protagonizado choques desde el inicio de gobierno.
En mayo del 2022, por ejemplo, la Refinadora y la Autoridad tuvieron una disputa sin precedentes debido a que Quesada Espinoza decidió que ya no iba a proponer montos en sus solicitudes para ajustar precios de combustibles. Para la Autoridad, aquello era una falta de “transparencia” y además, evitar dar la cara ante el país por las tarifas de gasolina, diésel y gas.
En enero del 2023, la Autoridad atribuía a Recope de tácticas dilatorias en el trámite de rebajas en combustibles por presentar a última hora datos que impedían finalizar el trámite en cuestión.
Durante su gestión en la Refinadora, la empresa en monopolio registró pérdidas por ¢26.000 millones ante la negativa a pedir ajustes ordinarios que la ley le permite para costear gastos de operación.
Quesada ahora asume una entidad que también ha recibido fuertes críticas de la Aresep, que calificó de “tardía” y “errática” la respuesta frente a la emergencia de agua contaminada.
Así lo manifestó Eric Bogantes Cabezas, regulador general de los servicios públicos, para quien genera preocupación y molestia la tardanza que tuvo el Instituto, bajo el mandato de Guillén Guardia, en asumir la responsabilidad.
Sin embargo, desde antes, Aresep ha hecho llamadas de atención al AyA al advertirle incluso de la posibilidad del colapso del sistema si no hace correcciones en la gestión de proyectos.
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