El Ministerio de Vivienda y asentamientos Humanos (Mivah) mantiene en secreto los cantones a los que trasladará a cientos de familias del precario Triángulo de Solidaridad, en Goicoechea.
La razón del silencio es evitar protestas de rechazo contra la movilización prevista.
Mariam Pérez, directora de Vivienda del Mivah, solo adelantó que no reubicarán más de 20 familias del Triángulo de Solidaridad en un mismo distrito para evitar trastornos en las comunidades de destino.
“El pánico es justificado. Recibir un ‘batacal’ de gente de un solo tiro en un determinado momento, es complicado. Lo que hicimos fue prometer que no enviaríamos ni permitiríamos negociaciones de más de veinte familias en un mismo distrito para que el impacto no fuera importante”, dijo Pérez.
Según datos de Vivienda, para dar paso a la carretera de Circunvalación Norte deben demolerse 187 ranchos, en los que habitan 262 núcleos familiares.
No obstante, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) contabilizó, en junio del año anterior, 234 núcleos familiares.
La funcionaria también reconoció que se ha sido complicado precisar la cantidad de hogares por mover, pues la información ha cambiado conforme pasan los meses.
“Hay muchas familias que estaban durante el censo del 2012, pero han migrado o se han ido por diferentes razones”, manifestó Pérez.
De acuerdo con cálculos del Mivah, el 67% de los hogares por reubicar están a cargo de un nicaragüense.
En agosto anterior, el ministro de Vivienda, Rosendo Pujol, mencionó, entre las opciones de traslado, los cantones de Upala (Alajuela), Matina y Guácimo (Limón), Turrialba (Cartago), Desamparados y Goicoechea (San José). Sin embargo, los sitios fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) ya no generan interés por las pocas fuentes de trabajo que ofrecen.
En un corte hecho el martes anterior, el Mivah contabilizó 19 casas listas para mudanza, 46 en construcción, y 81 que empezarán a levantarse en las próximas semanas. Desde diciembre, el Mivah viene aplazando la fecha de desalojo del Triángulo, hasta el punto de que ya no se anima a dar una nueva fecha.
Incertidumbre. Los mismos pobladores del Triángulo de Solidaridad desconocen dónde estarán sus nuevos hogares.
“Así, como decirnos los sitios, no nos los han dicho, pero sí sabemos que por lo menos están trabajando para ver dónde nos van a reubicar. Lo han manejado de esa manera por los rechazos que se han dado anteriormente ”, manifestó Ana Martínez, líder del Triángulo de Solidaridad.
Las interrogantes van más allá. Nadie en el precario sabe cuándo ni cómo se irán.
Édgar Hernández, estudiante de la UCR que vive en el precario, afirma que tanto las comunidades que los reciban como los habitantes del precario, deben hacer un esfuerzo por comprender.
“Es difícil. Siento que ambas partes tienen que aprender a ser tolerantes: este es el reto”, concluyó Hernández.