El Gobierno anunció este martes la suspensión hasta nuevo aviso de su plan para mezclar etanol en la gasolina súper, que Recope pretendía implementar a partir de mayo.
La decisión sobrevino apenas cinco días después de que la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) anunciara su intención unilateral de vender 8% de ese alcohol con 92% de gasolina en todo el país, sin opción para el consumidor de elegir.
El producto, decía la Refinadora, se vendería bajo el nombre ECO95 y costaría ¢613,05 por litro.
Según ese plan, en el 2020 también se diluiría alcohol en la gasolina regular como quedó consignado en la solicitud de ajuste ordinario ET-024-2019 que Recope planteó a finales de marzo a la Aresep.
Nada de esto ocurrirá.
“Por acuerdo mutuo entre la Presidencia de la República, el rector en Energía, Carlos Manuel Rodríguez, y este servidor hemos acordado ante la opinión generalizada de que hace falta conciliar el proyecto de lanzamiento de la mezcla de gasolina con etanol, hemos decidido posponer el lanzamiento del proyecto”, afirmó Alejandro Muñoz, presidente de Recope.
Esta es la novena ocasión en que un Gobierno intenta sin éxito diluir etanol en las gasolinas, como una forma de mitigar la emisiones contaminantes responsables del calentamiento global del planeta.
“Hemos decidido posponer el lanzamiento del proyecto e iniciar un programa de socialización con todos los sectores para que la gente tenga mejor información acerca de los estudios técnicos y bibliográficos que ha realizado Recope y, posteriormente, el Minae pueda elaborar algunas herramientas y acciones que permitan mayor fortaleza en lo que concierne a la protección ambiental”, añadió.
En su lugar, el Gobierno anunció que comenzaría un programa de voluntariado para que eventuales interesados probaran la mezcla en sus automotores.
De paso, también se declaró desierta la iniciativa de comprar el alcohol mientras se resuelven varios recursos de amparo contra el plan.
El concurso internacional lo anunció apenas el lunes Muñoz ante presiones sobre la procedencia de los 90.000 barriles de etanol que Recope pretendía adquirir.
El Gobierno calcula que el tema podría retomarse en un año según se anunció hoy desde Casa Presidencial. Durante el anuncio también participaron el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez, el ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, y la ministra de Información, Nancy Marín.
Desde la semana anterior, el afán de Recope centró cuestionamientos tales como escasa divulgación de supuestos estudios realizados por la Refinadora, dudas sobre la procedencia del alcohol (si vendría de proveedor local o extranjero), inquietudes de posibles afectaciones en los motores, o el previsible aumento en el gasto de los usuarios por el menor rendimiento previsto el nuevo combustible.
Solo el lunes, ya iban por tres los recursos de amparo que hacían fila en la Sala Constitucional para ser admitidos; todos reclamaban posibles daños a propiedad privada por el uso del alcohol en el combustible.
El alcohol en los motores de vehículos remueve partículas adheridas en las paredes del tanque de gasolina, las cuales llegan a obstruir filtros e inyectores del motor; incluso dañar partes suaves como mangueras, sellos y empaques.
Tales efectos generaron rechazo de los consumidores en pruebas realizadas en el pasado.
Además, agencias del Gobierno de EE. UU. confirman que su adición merma la eficiencia entre distancia por combustible consumido, lo que conduciría un aumento en el gasto con combustible de los usuarios.
Incluso Recope lanzó tres protocolos preventivos que advertían a usuarios, expendedores y transportistas que debían tomar previsiones ante el arribo de la mezcla.
Decisión ‘prudente’
Para José Miguel Masís, director ejecutivo de la Cámara de Expendedores del Combustible, la noticia causa alivio pero principalmente al consumidor, quien hubiera asumido la carga de costos que ellos ya valoraban solicitar a la Aresep.
“Porque hay costos importantes en mantenimiento y de la condición del combustible que se evapora con mucha facilidad”, manifestó.
Para el empresario, la decisión es “prudente” también por las dudas centradas en la funcionalidad del etanol.
En caso de considerarse el proyecto en el futuro, explicó, habrá de valorarse si realmente reduciría la factura petrolera (compra de combustibles), si reactiva zonas agrícolas de comprarse el etanol aquí, si podría generar empleo y, por último, si favorece el ambiente.
En este último aspecto, aseguró Masís, aunque el alcohol reduzca los contaminantes del vehículo en el aire, no necesariamente el proceso de producción contribuya al ambiente.
También el diputado socialcristiano Pedro Muñoz, quien presentó este lunes un amparo contra el plan, uso la palabra “prudente” al calificar la posposición.
“Medida prudente ante la falta de diligencia que había habido, tengo información de que a los ministros no se les había consultado”, sentenció el legislador.
Nada definido
Para que sea realidad la eventual campaña de divulgación y el programa de voluntariado de todos modos también habrá una espera.
Durante el anuncio este martes, los voceros del Ejecutivo costarricense admitieron aún no tienen claro cuándo iniciará.
Según el ministro Rodríguez, el anuncio de este martes “no supone un fracaso”.
Alejandro Muñoz de Recope confirmó también que la definición de las condiciones del programa de voluntariado apenas comienzan a plantearse y se anunciarán “oportunamente”.
Como la Refinadora no vende combustible al detalle, justificó Muñoz, primero se tiene que definir cómo distribuiría el combustible para dicho programa piloto.
De acuerdo con el ministro de Ambiente, hay temas clave que deben ocuparlos, en lo que coincide con el presidente de los expendedores.
El ministro citó, por ejemplo, un precio al consumidor final competitivo y proveer certeza a este de que la mezcla no compromete sus motores.
También pendiente es la revisión de la huella ecológica de emplear etanol, porque la producción a base de caña de azúcar requiere una serie de condiciones ambientales. En este sentido, habló de la posibilidad de crear salvaguardas.
“Con esas salvaguardas queremos ser consecuentes ¿para qué trasladar nuestra huella de carbono de usar terrenos para producir etanol a otra geografía u otro país? Ese tema lo conocemos y tenemos que abordarlo”, explicó Rodríguez.
El jerarca de Ambiente aseguró además que ese ministerio, junto con Recope, analizarán otras posibles acciones a implementar que fortalezcan la protección ambiental y garantizar que la cadena de producción del etanol responda a estrictos criterios de sostenibilidad.
En ese sentido, la Federación Costarricense Para la Conservación de la Naturaleza (FECON) señaló este martes que introducir etanol en gasolinas demuestran que está muy lejos de ser una opción ambientalmente aceptable y, por el contrario, “acarrea problemas adicionales en el plano ambiental y de salud pública”.
Según la Federación, el cultivo de caña para etanol eleva el riesgo de contaminación de aguas subterráneas y que para abastecer el etanol de la llamada gasolina ECO95, se habrían de consumir localmente al menos 10.000 hectáreas adicionales de caña de azúcar.
La suspensión del plan de etanol ocurre 24 horas después de que el Gobierno presentara los proyectos de reforma al empleo público, que propone un salario único para nuevos trabajadores del sector, así como un plan de transformación de Recope.