Tal vez cuando era pequeño escuchó más de una vez que a los niños “bien portados” Santa Claus les daba regalos, pero en cambio, a los “mal portados” les dejaban en su bota navideña o debajo del árbol, trozos de carbón.
Un grupo de científicos le pide a Papá Noel considerar este castigo y pensar en el daño ambiental que se le hace al planeta, donde también viven “niños buenos”.
“El carbón es un combustible fósil no renovable y su producción le hace daño al planeta y a la salud humana. Si se da carbón, ahí el que está siendo ‘mal portado’ es el propio Santa Claus. Es decir, nosotros, los adultos”, advierte un artículo de opinión que se publicó este 19 de diciembre en la revista British Medical Journal (BMJ), que cada año dedica su edición previa a la Navidad a investigaciones curiosas o artículos de opinión fundamentada relacionados con esta fiesta.
Aunque estos reportes no son considerados precisamente ciencia de primer nivel, sí deben pasar por todo el sistema de revisiones por pares que lleva cualquier otra publicación científica. Además, son curiosidades que llaman la atención de muchas personas.
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Impacto en salud mental
El pediatra Tamsin Holland Brown, uno de los autores, también quiso tratar desde el punto de vista de la salud el hecho de que los padres, aunque sea de broma, envuelvan carbón para sus hijos con la idea de ver la reacción inicial, antes de darles los regalos verdaderos.
“La pandemia de covid-19, la guerra contra Ucrania y el costo de la vida ya suman suficiente ansiedad como para dar un pedazo de carbón”, especificó el coautor.
El texto señala: “La sola sugerencia de que los niños en la lista de ‘mal portados’ solo merezcan carbón está pasada de moda y es potencialmente dañino para el ambiente y la salud de los niños. Es mejor, independientemente del comportamiento, hacer o escoger regalos que conecten a los niños con personas de todas las edades, la naturaleza y los animales”.
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¿De dónde viene esta creencia?
Hay varias teorías. Una de ellas es que Santa Claus, al revisar que entra en una casa de un niño que no se ha portado bien, deja el regalo para alguien que lo merezca más y toma en su lugar lo primero que encuentra y si bajó por la chimenea, pues lo primero que hallará será un pedazo de carbón.