El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) iniciará los racionamientos de agua en la primera semana de febrero. Alrededor de 40.000 personas de cantones como Desamparados, Alajuelita y Escazú serán las primeras afectadas.
No obstante, se espera que para los peores momentos de esta temporada de caudales mínimos la afectación alcance a unas 400.000 personas de los 1,2 millones que se abastecen del acueducto metropolitano; es decir, un 33% de los usuarios del servicio en ese sistema de agua potable.
La información la confirmó el ingeniero Roy González Valverde, uno de los responsables de la operación de ese acueducto. Él es del Centro de Control de Operaciones de AyA para la Gran Área Metropolitana (GAM).
González señaló que el fenómeno meteorológico El Niño será más severo este año, basándose en informes trimestrales que le envía al AyA el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el fenómeno de El Niño está asociado a un aumento de las temperaturas mundiales; está previsto que prolongue sus efectos hasta abril de este año.
González Valverde confirmó que AyA trabaja en un plan de contingencia pues se prevé el inicio de los racionamientos para la primera semana de febrero, cuando se empiecen a registrar importantes disminuciones en los caudales de las fuentes de agua.
El ingeniero adelantó que los abastecimientos controlados empezarán en las noches en las plantas potabilizadoras, esto con el objetivo de que los tanques se llenen durante la madrugada y las personas tengan servicio en la mañana.
El primer aviso a la población sobre los horarios de racionamiento sería el viernes 26 de enero o el viernes 2 de febrero pues, según dijo González, AyA hace lo posible para no afectar con estos cortes las elecciones municipales, programadas para el domingo 4 de febrero.
Las primeras comunidades afectadas serán Desamparados, Alajuelita y Escazú. Posteriormente, puede que se agreguen a esa lista Goicoechea, Los Sitios, en Moravia, y Vásquez de Coronado, informó González.
A la hora de establecer las franjas horarias para los racionamientos, AyA basará su estrategia a partir de un análisis de las alturas o la topografía.
“Lo que haremos este año con el objetivo de afinar un poco más el horario, es que estamos partiendo los lugares por elevaciones. Estamos haciendo un análisis y vamos a decir: en el sector más bajo el agua no se va a ir a las 8 a. m., sino a las 10 a. m., y volverá a las 4 p. m.
“El sector medio se quedará sin agua a las 9 a.m. y le volverá a las 5 p.m., una hora después. Lamentablemente, en el sector más alto el agua se irá inmediatamente, y el agua vuelve una hora después cuando todo el sector carga”, explicó el ingeniero.
Para González, no es posible decirle a los usuarios la hora exacta en que se va a ir el servicio y la hora precisa en que va a volver.
“Eso no es posible excepto que usted tenga un acueducto con un tanque y 100 casas en un área no menor de 1 km cuadrado. Pero el acueducto metropolitano tiene más de 300 km cuadrados de área y cerca de 200 tanques con los cuales abastecemos a más de 1,2 millones de personas”, dijo González.
Deuda en inversión
El ingeniero González Valverde concedió una entrevista a La Nación luego de que la Defensoría de los Habitantes llamara la atención sobre las quejas que ha recibido por el incumplimiento de los horarios de racionamiento.
“La institución lo que puede informar es el momento en que realizamos la maniobra operativa en una infraestructura del acueducto. Por ejemplo, yo le puedo decir: haré un cierre nocturno en la planta potabilizadora de Alajuelita de 10 p. m. a 4 a. m.
“A las 10 p. m. en punto se está cerrando la válvula de distribución del tanque. Lo que se hace es que toda la producción se destina a llenar el tanque y a las 4 a. m. el operador de la planta abre la válvula”, explicó.
González pide a la población cumplir con el racionamiento pues hay personas que siguen utilizando el agua que queda en las tuberías, aún después de las horas previstas de cierre de las válvulas.
Este comportamiento de consumo dificulta el posterior llenado de los tanques y, en consecuencia, retrasa la llegada del agua a las comunidades.
Las quejas por la falta recurrente del agua son comunes en cantones como Alajuelita, donde distritos como Concepción viven casi todos los días la falta del líquido, no importa la época del año.
En julio del año pasado, el Intendente de Agua de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), Marco Cordero Arce, manifestó que AyA había perdido el norte.
“El AyA ha perdido el norte, no se aboca a brindar el servicio, más bien parece como si desearan que sean las Asadas o las municipalidades quienes brinden el servicio porque están llegando tarde a atender las necesidades”, dijo Cordero Arce en el marco de una disputa con AyA por la intención de Aresep de rebajar las tarifas del servicio de acueducto un 10,7%.
La propuesta de reducción se dio luego de alertas por el elevado nivel de endeudamiento de AyA y por la falta de información para validar las inversiones de los últimos seis años.
La Aresep también advirtió, en julio del 2023, sobre el riesgo que corre el suministro de agua en el corto y mediano plazo debido a problemas de gestión de proyectos en AyA.
Según Aresep, la ausencia de proyectos prioritarios para asegurar la continuidad del servicio de acueducto ya produce escasez de agua en ciertas zonas y amenaza la disponibilidad del líquido a corto plazo, “pudiendo llegar a ser un problema generalizado para el año 2040″.