Provocaciones, agresiones, bloqueos y el sabotaje fueron los últimos recursos a los que acudieron los manifestantes al tercer día de huelga para exigir que se retire el proyecto de ley de la reforma fiscal de la corriente legislativa.

Los hechos más recientes fueron los registrados al finalizar la marcha masiva en la que participaron trabajadores de todo el país y que recorrió desde La Sabana hasta la Asamblea Legislativa.

Fue en ese último lugar donde lo que había sido una manifestación pacífica terminó de salirse de control.

Botellas, monedas, piedras, tubos y hasta bombas de humo fueron lanzadas en contra de los policías y periodistas que se encontraban en el bulevar que divide los edificios Sion y el Castillo Azul de la Asamblea.

Los huelguistas incluso llegaron a remover las barreras de seguridad que evitaban el paso sobre ese bulevar, para quedar frente a frente con la Policía.

Inmediatamente fue conformada una barrera humana esta vez a cargo de antimotines, quienes únicamente echaron mano de sus escudos para impedir el ingreso.

La exigencia de los protestantes era que se permitiera el acceso de los líderes sindicales al Congreso.

Aunque los amagos de violencia comenzaron a mermar, el Ministerio Seguridad Pública envió refuerzos, que incluían más antimotines y hasta sobrevuelos.

Sin embargo, la instrucción parecía ser clara y acorde con lo manifestado por el jerarca Michael Soto: No se utilizaría la violencia para repeler las provocaciones.

Se cerraron las puertas del Congreso y se canceló la comparecencia programada para el ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, en la Comisión de Asuntos Hacendarios.

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Pese al llamado de los líderes a mantenerse firmes ante la lluvia que comenzó a caer pasada la 1 p. m., el aguacero terminó de dispersar las consignas y apaciguar los ánimos.

Según informó el Ministerio de Seguridad, los disturbios tras la marcha dejaron como saldo seis personas detenidas, entre ellas un profesor de Música.

A dos de los detenidos se les trasladó al Ministerio Público por posibles delitos de amenaza y resistencia a la autoridad.

Se trata de un hombre de apellido Mora, quien es educador en San José y además tenía un parte policial por tenencia de drogas.

El segundo sospechoso, es un tatuador de apellido Molina, quien tiene antecedentes por violencia intrafamiliar.

Los otros cuatro aprehendidos responden a los apellidos Córdoba, Morales, Fallas y Valerín, a quienes se les efectuó un parte policial.

Según Seguridad, durante la atención de los disturbios, dos oficiales de la Fuerza Pública fueron atacados con gas pimienta por parte de algunos manifestantes.

A estas acciones violentas, se sumaron los bloqueos registrados desde el primer día de protestas.

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Las vías más afectadas fueron la Interamericana Norte, que estuvo cerrada por más de 15 horas el lunes.

Ayer también hubo cierres sobre la carretera Bernardo Soto, durante las primeras horas del día.

Mientras que la Florencio del Castillo en repetidas ocasiones sufrió interrupciones del paso, principalmente para evitar el ingreso de camiones al plantel de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) en el Alto de Ochomogo, pues solo en esas instalaciones se está expendiendo combustible.

Este miércoles, esa vía también sufrió a causa del tortuguismo protagonizado por los taxistas, últimos en integrarse a este movimiento y cuya causa nada tenía que ver con la de los sindicalistas.

Precisamente, Recope fue una de las instituciones que sufrió el sabotaje por parte de uno de sus funcionarios, quien fue detenido por cortar cables de electricidad.

El director de la Fuerza Pública, Daniel Calderón, informó que esta persona podría ser sometida a un proceso de flagrancia.

Calderón también confirmó que tras el operativo del martes por la noche, en horas de la tarde se logró restablecer la venta de gas licuado de petróleo, pues este hidrocarburo solo se vendía en el plantel de Limón.

La Refinadora, anunció en horas de la noche que mantendría durante 24 horas continuas la operación de venta de combustible en Ochomogo, dividiendo la actividad en dos turnos de trabajo.

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La medida buscaba despachar para medianoche del miércoles los 200 camiones cisternas que aún hacían fila en horas de la tarde.

La decisión sobrevino luego que trabajadores en huelga de Recope retrasaron este miércoles la carga de combustible de estos camiones.

Las operaciones de venta debían iniciarse a las 7 a. m., pero el primer camión pudo abastecerse hasta poco antes de las 8 a. m. cuando quedaban, en ese momento, 160 camiones por atender, ordenados en una larga fila de tres kilómetros que llegaba hasta la entrada a Taras de Cartago.

Presidente: Gobierno dialogará cuando cese la huelga

El presidente Carlos Alvarado calificó como “deplorables” los hechos registrados frente a la Asamblea al terminar la marcha y en Limón la noche del martes.

“Con profunda tristeza, hemos visto el sabotaje a bienes públicos para tratar de impedir que llegue el gas a la cocinas de los hogares o a los hospitales, la retención de un tren público afectando a sus pasajeros, la agresión de oficiales de la Fuerza Pública o a miembros de la prensa. Ni ustedes ni yo queremos esa Costa Rica. Desde el Gobierno de la República estamos haciendo todo lo necesario para que se castigue con todo el rigor de la ley a los responsables de estos actos. Mi gobierno no tolerará estas acciones”, dijo Alvarado en un mensaje divulgado en horas de la noche.

Alvarado insistió en que el “Gobierno de la República sigue abierto al diálogo, pero lo hará cuando cese la huelga e impere un clima de paz”.

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“La disposición al diálogo sigue estando presente, la puerta sigue abierta, la mesa está a la espera. Pero soy claro en que deben cesar las acciones que comprometan la tranquilidad de las familias y las personas trabajadoras”.

El mandatario destacó además la labor de quienes se han mantenido al frente de sus tareas.

“Vimos personal público redoblando esfuerzos, dando más de sí, para que el país siga abastecido de gas y gasolina, o para llevar seguridad ahí donde unos llevaron desorden. También, tengo que decirlo, hemos visto personas manifestándose en paz y sin afectar a terceros”.

Golpe a cirugías y más escuelas cerradas

Este miércoles, tercer día de huelga, los servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social que mayor afectación reportaron fueron las salas de operaciones (37,17%), nutrición (21,60%) y emergencias (15,50%).

Además los hospitales con mayor cantidad de funcionarios sumados a este movimiento (según un corte a las 4 p.m.), fueron el Escalante Pradilla, de Pérez Zeledón (50,4%); San Rafael de Alajuela (39,2%); Hospital de Golfito (26,9%); Calderón Guardia (25,4%), y Tomás Casas (24,2%).

En términos generales el porcentaje de afectación a nivel nacional en los distintos hospitales y servicios de la Caja fue de 15,5%.

Otros servicios donde se dejó de atender fueron los de consulta externa, lavandería y aseo, con 14%, 13,57% y 13,47%, respectivamente.

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En tanto el número de centros educativos cerrados aumentó con respecto al martes.

De acuerdo con el reporte del Ministerio de Educación Pública, este miércoles , el 46% de los centros educativos estuvieron abiertos.

El MEP recibió informes de 4.137 escuelas y colegios, casi un 90% del total de los centros en el país.

De estas, 1.922 fueron reportados como abiertos y 2.215 como cerrados. Las Direcciones Regionales de Cartago, San José (Central, Norte y Oeste) y Heredia son las que tienen menor porcentaje de instituciones cerradas con 5%, 7% y 13%, respectivamente, mientras que las dos direcciones regionales con mayor porcentaje de centros cerrados son la zona norte con 95% y Grande de Térraba con 92%.

Colaboraron los periodistas: Yeryis Daniel Salas, Joselyne Ugarte y Juan Fernando Lara.