En los primeros cuatro meses del 2019 el ICE intensificó el uso de energía térmica para atender la demanda interna de electricidad, la mayor parte de la cual fue comprada a países del Istmo y el resto generada en sus propias plantas.
Con ambos aportes, la electricidad generada a base de hidrocarburos representa en abril el 10% de la consumida en el país, de acuerdo con los datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cence).
A este jueves 25, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) acumulaba 87 Gigavatios hora (GWh) generados en plantas térmicas propias equivalentes al 2,4% del consumo total acumulado a esa fecha. Un GWh equivale a un millón kilovatios hora.
A esta misma fecha, el ICE también registraba una importación neta de 271 GWh de energía térmica del Mercado Eléctrico Regional (MER). Dicha electricidad representó 7,5% del consumo total acumulado.
En cambio, para abril del 2018 el ICE produjo107 GWh que aportaron 3% de la energía consumida ese mes.
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De hecho, en todo el 2018, la generación térmica local llegó a 158 GWh y su importación a 65 GWh, según los informes de estadísticas del Cence.
Esos aportes, propios e importados, sumaron 223 GWh térmicos equivalentes al 2% del consumo nacional ese año, que ascendió a 11.355 GWh.
Salvador López, director del Cence, explicó que la decisión de importar electricidad desde Centroamérica para sustituir generación térmica nacional, ha sido exclusivamente por un tema de costos.
“Este año generalmente ha sido más barato importar la electricidad que producirla con las plantas térmicas nacionales. La generación térmica se ha usado cuando las importaciones no son suficientes para atender la demanda, usualmente en los periodos de baja generación eólica”, afirmó.
Sin embargo, según él, el aumento en la térmica y el verano tan seco no representan una condición crítica para el Sistema Eléctrico Nacional y Regional.
Entre la generación térmica y la importación, dijo, “no vamos a tener un porcentaje más allá del 2%, de toda la generación nacional anual, lo cual es muy razonable”.
Según López, no toda la electricidad importada es térmica, pero en su respuesta por escrito a este medio no precisó ni porcentajes, ni cantidades de energía pof fuente de generación.
Algunas fallas
El aumento de las compras a países vecinos este mes se presenta cuando los reportes del Cence reflejan problemas operativos de varias plantas térmicas locales.
Solo del 13 a 15 de abril ocurrieron 17 salidas de operación en motores de plantas del ICE. Los reportes técnicos detallan problemas como sobrecorrientes, fallas de sistemas de enfriamiento, problemas de aceite, fugas en radiadores, entre otros.
Melvin Monge, encargado del Negocio de Generación del Instituto, señaló que las fallas que se han presentado son normales y sin llegar a tener algún episodio significativo.
“Los tiempos de indisponibilidad forzada, de la misma forma, son normales”, manifestó.
Más hidrocarburos hacen luz
En lo que va del 2019, el Instituto Costarricense de Electricidad acentuó el uso de energía térmica de origen local y extranjero.
FUENTE: INFORMES ANUALES Y CIFRAS DEL CENTRO NACIONAL DE CONTROL DE ENERGÍA. || C.F. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Encendido tempranero y tarifas
En 2019, el ICE prendió por primera vez las plantas que operan con búnker en el último fin de semana de enero, justo al inicio de la temporada seca.
Eso contrasta con la estación seca de dos años atrás.
En el 2017, la planta térmica de Garabito se encendió el 21 de febrero y ese día aportó 5% de la energía que demandó el país. En el 2018, sus motores encendieron el 15 de marzo, cuando suministró 7% de la luz requerida ese día.
De continuar la generación, supuestamente de respaldo (propia y extranjera), para atender el consumo nacional es de esperar una repercusión más pronta en las tarifas, pues podría motivar a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) a ordenar un alza en el recibo de la luz en un futuro ajuste tarifario por CVC.
Se trata del llamado Cálculo Variable Combustible (CVC) el cual estima el gasto económico en búnker para producir energía, lo cual se traslada directamente a los abonados. Además, la metodología también considera gastos del Instituto en compras de energía importada.