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Por segunda vez, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) se vio obligado a reinstalar a un funcionario a quien había despedido en setiembre de 2020.
Marco Acuña Mora regresó este viernes al cargo de gerente de Electricidad, aunque hay otra persona en el puesto.
De esta forma, nuevamente, el Instituto tiene dos gerentes de ese sector, pues desde octubre la entidad nombró a Luis Roberto Rodríguez.
La segunda reincorporación de Acuña se da luego de que este jueves 29 de julio, el Instituto fuera notificado de una decisión del Tribunal de Apelaciones de lo Contencioso Administrativo.
Esta resolución anuló el fallo 876-2021 del 5 de julio del Tribunal Contencioso, en el cual se declaraba sin lugar una medida cautelar solicitada por Acuña para continuar en la Gerencia de Electricidad.
Se trata del segundo retorno del funcionario, pues luego de su destitución, en setiembre de 2020, él planteó la medida cautelar y mientras se resolvía, el Contencioso ordenó su reinstalación. Esa instrucción se giró en noviembre.
El Instituto informó del regreso del trabajador, este jueves, en un comunicado al personal donde se declaró “respetuoso” de las instancias judiciales.
“El ICE lamenta las implicaciones que este acto le representa al Instituto –tal y como oportunamente argumentó en los Tribunales– y queda a la espera del trámite procesal futuro que resuelva la medida cautelar definitiva”,
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Destitución
El Instituto cesó a Acuña Mora en setiembre por decisión del Consejo Directivo del ICE, como parte de una reorganización de la estructura interna que impulsaba la Gerencia General.
Sin embargo, tres días antes de conocer su salida, en una conversación con La Nación, él se refirió a su “inminente destitución unilateral por parte del Consejo Directivo” .
Según dijo, esos eran los rumores que circulaban en la entidad.
En aquella ocasión, incluso evidenció fricciones con la gerenta general del ICE, Hazel Cepeda Hogdson, quien nuevamente es su jefa inmediata.
“En mi caso, para nadie es un secreto que fui seleccionado en un concurso abierto en el ICE y que ahorita, el equipo que ha formado Hazel Cepeda, es un equipo de gente allegada a ella desde el punto de vista profesional y por ahí puede andar la cosa. ¿Y por qué soy tan abierto? Porque esa es la realidad y no voy a estar ocultando nada”, afirmó Acuña en aquella ocasión.
Cuando fue restituido por primera vez en noviembre, las autoridades del Instituto insistían en que su salida se apegó a la legalidad y así lo expondrían en las instancias correspondientes.
Acuña, por su parte, alega ante los jueces haber sido víctima de daños y perjuicios de índole “emocional, económico y social”, tanto para él como para su familia, pues dijo que el cese laboral lo tomó por sorpresa.
Según la constancia salarial presentada, él devenga un salario de ¢6,2 millones, antes de deducciones.
