El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) recurrió a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) en busca de ayuda para gestionar un aumento del 27,6% en las tarifas de electricidad, ocasionado por el uso intensivo de generación térmica (diésel o búnker) e importaciones de energía desde Centroamérica para satisfacer la demanda nacional.
Aresep aceptó la petición del ICE para escalonar ese incremento en el costo de la luz, el cual, de cualquier forma, tendrán que pagar los más de 700.000 abonados eléctricos del Instituto durante el 2024. Ese incremento de transferirá, también, a clientes de otros distribuidores eléctricos.
En una comunicación oficial del martes 5 de setiembre, el presidente ejecutivo del ICE, Marco Acuña Mora, instó a la Aresep a considerar la posibilidad de suspender la aplicación de la metodología de Costo Variable de Generación (CVG) para el último trimestre del año.
Esta metodología reconoce, trimestralmente, los costos del ICE por generación de electricidad a partir de hidrocarburos, como búnker y diésel, así como las compras de energía en el Mercado Eléctrico Regional (MER).
Acuña Mora advirtió en el oficio 0060-404-2023 de que los cálculos realizados por el ICE estimaban un aumento del 27,64% en las facturas de electricidad para los clientes de la empresa estatal, lo que también afectaría los precios de otros distribuidores, entre ellos, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz.
La sugerencia a la Aresep es que se congele la metodología para calcular ajustes mientras finaliza la aprobación definitiva de modificaciones a ese instrumento tarifario, que actualmente se encuentra en revisión.
Por citar un caso, si a un abonado que paga actualmente ¢40.000 por electricidad se le aplicara un aumento del 27% en la tarifa, tendría que pagar ¢10.800 más por el mismo consumo.
Las importaciones y la generación eléctrica basada en hidrocarburos ya provocaron un aumento del 10,21% en las tarifas de electricidad del ICE, lo que ha tenido repercusiones en otros distribuidores de energía. Este aumento comenzó a aplicarse el 1.° de julio y finaliza el 1.° de octubre.
Eric Bogantes Cabezas, regulador general de los servicios públicos, confirmó este jueves la solicitud del ICE e indicó que los directivos de la Aresep acordaron enviar a audiencia pública la modificación de la metodología del CVG.
Los cambios previstos permitirían realizar fijaciones tarifarias extraordinarias por gastos térmicos e importaciones de manera anual en lugar de trimestral, como se hace actualmente.
“La intención es otorgar una mayor estabilidad de las tarifas a lo largo del año y que sea posible tener más certeza en los precios para planificar actividades. Estamos conscientes de que las variaciones afectan a los usuarios y el norte son ellos, al margen del impacto en la empresa regulada”, expresó el jerarca de la Aresep.
Aresep explica
Mario Mora Quirós, intendente de Energía de Aresep, explicó que la metodología estaría modificada antes de finalizar el año. Una vez ajustada, ese instrumento permitiría realizar un primer ajuste de precios (un alza o rebaja) que estaría vigente para todo el 2024.
No obstante, siempre sería posible introducir un máximo de dos ajustes adicionales durante ese periodo.
Por ejemplo, la Aresep podría entonces fijar un aumento anual de 15% a partir de enero para todo el 2024, en el cual se traslade a los abonados del ICE y al resto de distribuidores los gastos térmicos e importaciones del ICE que queden del 2023 (el 27,6% de alza que calculó el Instituto).
De esta forma, en vez del 27,6% de un alza que rija tres meses, el porcentaje se reduce porque los costos se cobran a lo largo de 12 meses.
Sin embargo, de ser necesario, la Autoridad siempre podría sumar hasta dos alzas o dos rebajas extra al porcentaje original en cualquier momento del próximo año.
Así las cosas, explicó Mora, un año puede arrancar con una rebaja o un alza para todo el periodo, pero con la posibilidad de hacer dos modificaciones en ese lapso.
Daniel Fernández Sánchez, director del Centro Desarrollo de la Regulación de la Aresep, explicó que una metodología de este tipo permitiría impedir que se acumulen costos, de manera que, sería posible adelantar un alza para prevenir un impacto grande cuando haya que fijar el ajuste anual.
El método, dijo, funcionaría en el sentido contrario si los análisis de costos que realiza la Aresep revelan que es posible introducir rebajas.
Mora Quirós recordó que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) atraviesa actualmente un proceso de transición desde varias dimensiones, en el cual el cambio climático influye debido a la menor cantidad de lluvias. La baja en las precipitaciones afecta los embalses de generación hidroeléctrica, sobre los cuales descansa el 68% de toda la capacidad de generación instalada de Costa Rica entre plantas públicas y privadas.
Antes, advirtió, Costa Rica estaba acostumbrado a una matriz de generación casi totalmente verde, pero eso va a cambiar.
Alta generación
El ICE produjo entre enero y julio pasados tanta electricidad térmica como toda la producción acumulada con hidrocarburos de los últimos cinco años. De 2018 a 2022, esa generación aportó a Costa Rica 372.620 megavatio-hora (MWh).
No obstante, en los primeros siete meses del 2023 alcanzó 329.588 MWh, como revelan estadísticas del Centro Nacional de Control de Electricidad (Cence) de la División de Operación y Control del Sistema Eléctrico del ICE. El año pasado solo se generaron 88.380 MWh térmicos en el mismo lapso.
Esta realidad contrasta con el planteamiento que hizo el jerarca del ICE, Marco Acuña, en agosto del 2022, en la Asamblea Legislativa, cuando afirmó que el Instituto pretendía sacar de operación 47% de sus plantas térmicas de forma definitiva, para ahorrarse ¢30.000 millones anuales en costos operativos.
“El respaldo térmico está hoy apagado y solo se enciende uno o dos meses al año. Es como tener un carro estacionado en la casa que nadie usa, pero usted tiene que pagar marchamo, mantenimiento, cambiar aceite, etcétera”, explicó entonces a diputados de la Comisión Especial del Sector Energético Nacional.
De acuerdo con datos de Aresep, en Costa Rica hay 1,87 millones de abonados. El ICE suministra electricidad al 44,75%. Cuando ocurre un aumento, se transfiere a los otros distribuidores. La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) tiene un 31,52% de todos los abonados del país; Coopelesca, 5,67%; Jasec, 5,54%; ESPH, 4,9%; Coopeguanacaste, 4,48%; Coopesantos, 2,62% y Coopealfaroruiz, 0,42%.
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