El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) pidió a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) congelar la aplicación de un aumento del 5% en las tarifas, correspondiente a importaciones de energía y gasto en combustible para generación térmica, al advertir de “condiciones de incertidumbre”.
El planteamiento que envió el ICE pretende que la metodología por esos gastos, denominada Costo Variable de la Generación (CVG), se haga semestralmente y no cada tres meses, como se aplica en este momento.
No obstante, el regulador general, Eric Bogantes Cabezas, declaró a La Nación desconocer cuál es la explicación para un pedido como este, que carece de fundamentación técnica que lo justifique.
Para él, además, podría resultar riesgosa una acción en ese sentido.
“Estos ajustes se hacen año a año desde 2019. Aplicarlos por semestre en vez de trimestres es riesgoso, porque si el segundo trimestre de este año resulta también seco, el ICE hará más gasto térmico y entonces el alza a mitad de año se duplicará a 10% por seis meses. Entonces, en vez de 5% por un trimestre, sería más alto por más tiempo de hacerse sin mayor revisión sel método”, aclaró
Mediante la CVG se traslada a las tarifas los costos del búnker para la generación térmica, así como de las importaciones de energía de Centroamérica, que se realizan aun y cuando el país tiene 3.454 Megavatios (MW) de capacidad instalada, la mayoría de la cual pertenece al ICE y está ociosa casi todo el año.
En el oficio 5500-0259-2023 del pasado 7 de marzo, el ICE pidió a la Autoridad no tocar los precios citando “condiciones de incertidumbre actuales relacionadas con la alta probabilidad de un periodo muy seco”, al tiempo que reconoció que vendrán aumentos. “Nos encontramos en un contexto donde se visualiza un posible aumento tarifario por reconocimiento del CVG”, dijo.
Aquí puede leer el oficio completo 5500-0259-2023 del ICE.
Revisión
La gestión del ICE llegó días antes de que la Intendencia de Energía de la Aresep emitiera un informe, según el cual, la metodología da como resultado un incremento de 5,4% en las tarifas del ICE y 4,7% en las de su subsidiaria, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), a partir de abril y por un período de tres meses, precisa el estudio tarifario ET-018-2023.
Eso se vincula a gastos por generación térmica de ¢555 millones, entre noviembre y diciembre anteriores y una previsión de ¢2.869 millones para generación en el segundo trimestre del año. Además, proyecta consumir ¢3.154 millones en importaciones del Mercado Eléctrico Regional (MER).
En total, son ¢6.578 millones que deben trasladarse a las tarifas, incluidos aumentos de entre 1,7% y 3,5% para el resto de distribuidores y cooperativas rurales de electrificación.
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Ante la proximidad del ajuste, el ICE propuso el viernes a Aresep esperar tres meses antes de aplicar cualquier ajuste en las tarifas.
Este mismo lunes, la Autoridad informó en un comunicado de que la Junta Directiva recibió la solicitud, pero consideró que no se tenían argumentos suficientes para ordenar una suspensión de la metodología, pues las razones de oportunidad y conveniencia de la Administración “deben estar motivadas fácticamente y no solo por la mera solicitud”, indica la nota.
El regulador general sí aclaró que desde hace semanas empezaron a revisar posibles mejoras en el cálculo, así se lo comunicaron al ICE luego de solicitudes similares tanto de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) como de la Cámara de Industrias de Costa Rica.
“Cuando recibimos la primera comunicación del ICE, les dijimos que teníamos la mejor disposición de modificar la metodología pero eso requiere primero revisar la venta e importación de electricidad del Mercado Eléctrico Regional, su gasto en térmico y el comportamiento de la generación hidráulica”, recalcó.
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No obstante, los estudios permanecen en desarrollo justo para concluir si es viable o no correr el cálculo por semestre o una vez al año inclusive pero, dijo, persisten dudas sobre si esa periodicidad se puede mantener en el tiempo o es recomendable por factores externos que no controla ni el ICE ni Aresep.
“Por ejemplo, el precio internacional del petróleo y sus derivados y el tipo de cambio. Todo esto debe medirse ya que, por condiciones transitorias como un tipo de cambio bajo o precios externos menos elevados, no debemos modificar métodos así nada más, porque luego eso puede ir en contra del servicio a los consumidores y el propio operador que hoy nos pide un cambio sin mediar los análisis pertinentes; sería prematuro”, concluyó Bogantes Cabezas.
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