Liberia. Las obras para levantar el proyecto geotérmico Borinquen I, en Cañas Dulces de Liberia, Guanacaste, ya tienen el financiamiento necesario y los estudios en proceso. Sin embargo, el inicio de la construcción no sería antes del 2018.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) no podría adelantar el arranque de la obra porque los equipos de perforación necesarios están en uso en Pailas II, otra geotérmica en la provincia.
Borinquen es un proyecto en dos fases, con una potencia de 55 megavatios (MW) cada una, por lo que, completa, llevaría energía eléctrica a unos 200.000 hogares. Construir cada proyecto se tomaría unos cuatro años y, en los picos altos de las obras, serían fuente de empleo para 1.000 personas.
Para costear las plantas, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) otorgaron préstamos por $958 millones para desarrollar tanto Borinquen I y II como Pailas II.
A inicios de julio, la Asamblea Legislativa aprobó el financiamiento y el 25 de julio, desde Nicoya, el presidente Luis Guillermo Solís dio “el banderazo de salida” para estos proyectos limpios.
Por ahora, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ya concluyó la etapa de factibilidad para Borinquen I, que incluyó la perforación de cuatro pozos de más de 2.000 metros de profundidad en el campo de acción.
Ese proceso fue necesario para comprobar que el área elegida contiene potencial geotérmico.
Ahora queda pendiente la viabilidad que otorga la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena). Sin importar cuándo obtenga ese aval, el ICE no arrancará en Cañas Dulces sino hasta haber concluido obras en Pailas II, porque el Instituto solo cuenta con tres máquinas perforadoras en todo el país.
Dos se usan en Pailas II en un pozo de producción y otro de reinyección, mientras que la tercera está en el proyecto pionero Miravalles, en el cantón de Bagaces.
Buscar nuevas fuentes de energía limpia es una de las vías consideradas por el Gobierno y el ICE para frenar el alza en las tarifas eléctricas, que en el 2013 fue del 30%.
Tecnología. Johan Valerio, de la Unidad de Ambiente y Seguridad del Instituto, explicó que la entidad cuenta con una estación de monitoreo ambiental en Borinquen, para controlar la calidad del aire.
También tiene estaciones de lluvia en todo el campo geotérmico con tal de resguardar los datos.
En el caso de Pailas II, en las faldas del volcán Rincón de la Vieja, Guanacaste, la fase constructiva –perforaciones y movimientos de tierra– se inició desde el segundo semestre del 2013.
Según el ICE, esta etapa será más eficiente que la primera porque usarán tecnología de perforación directa: excavarán de tres a cuatro pozos en una sola hectárea.
Con este método ahorrarán dinero en terrenos y tuberías, y, según Valerio, reducirán el impacto en la superficie hasta en un 300%.
“Esta técnica es más barata, pero más complicada; hemos estado capacitándonos para poder llegar a esta tecnología. Todo el recurso nuestro es costarricense; ingenieros y técnicos son todos guanacastecos”, explicó Joaquín Guerrero, coordinador de Perforaciones.
La construcción de Pailas I (de 41,6 megavatios) se inició en el 2000, pero la primera unidad se inauguró 11 años después. En el caso de Miravalles, el proyecto pionero en geotermia, la primera unidad arrancó en 1994, la segunda en 1996, otra en el 2000 y la última en el 2003.