La presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) insiste en que sí se han realizado mejoras en el Hospital San Juan de Dios desde la intervención, pero afirma que, en el caso del deterioro de los 15 quirófanos, esa situación es responsabilidad absoluta de antiguos funcionarios.
Es que fíjese que la intervención de infraestructura del San Juan de Dios es muy compleja. Había que ver varios niveles, como el archivo pasivo. Eso estaba tan mal que, para poder remodelar salas, teníamos que sacarlos a ellos (personal de Archivo) de primero.
“Entonces, esta (la intervención) es programada y conjuntada de manera que se fueran conjuntando las cosas. Además, la estructura de los quirófanos es tan compleja, tan compleja, que el proceso de planificación tenía que hacerse de una forma muy ordenada”.
Bueno, pero es que nosotros (los que en el 2007 intervinieron el Hospital) entramos primero a hacer un diagnóstico y después a hacer lo más emergente, como la tubería de gas, la electricidad, y algunas remodelaciones que se fueron haciendo y que eran necesarias y mucho más sencillas.
“Por ejemplo, los cirujanos me dicen: ‘Se está remodelando Proveeduría’. Bueno, sí, es un servicio sustantivo, pero es diferente rehacer un servicio de Proveeduría, que es como una oficina y no requiere mayor cosa, que intervenir y planificar una edificación con quirófanos en donde se requieren tuberías de gases, aire acondicionado y estructura de las paredes”.
Claro, claro. Pero a los quirófanos se les hizo intervenciones paliativas para darle chance a la remodelación final. Es un proceso que se ha ido haciendo, además de la resolución definitiva que será la torre quirúrgica. Entonces, o nos esperábamos a la torre o interveníamos los quirófanos, y no podíamos esperarnos tanto.
Para eso se hizo la intervención, porque, cuando nosotros entramos (a administrar el Hospital), encontramos que el centro estaba sin un plan de inversión, sin un plan de equipamiento, sin un plan de mejora, de manera que eso fue el diagnóstico que se hizo.
“Los responsables de la situación y de lo que pasa en el San Juan ya no están, esas personas fueron separadas de sus cargos en el proceso de intervención (del año 2007)”.
No recuerdo los nombres, pero eran el director (Manrique Soto Pacheco), el subdirector (Mario Arias Murillo), el administrador (Adolfo Cartín Ramírez) y el subadministrador (Roberto Castro Aguero), pero la entidad actuó, actuó.
“Ahora, cómo quisiéramos nosotros poder hacer las cosas así (chasquea con los dedos), pero el San Juan de Dios es una estructura muy compleja”.
Es que no fue la denuncia lo que se cuestionó, sino la forma.
“(Los cirujanos) se brincaron la Dirección Médica y se brincaron la Gerencia, desconociendo que ya había un proceso en el que ellos habían participado y estaban enterados de los procesos de mejora y construcción.
A nosotros no nos preocupa que nos digan lo que es evidente. Nosotros no podemos ocultar que las salas del Hospital están mal y que requerían intervención, y eso lo sabemos y hemos venido trabajando.
“Los cirujanos dicen que el Hospital está abandonado, pero no es cierto, es un hospital viejo, pero no abandonado. Se han invertido más de ¢1.800 millones en las salas de cirugía y, sí, están deterioradas y eso no lo podemos ocultar”.