A partir del 2008, el Ministerio de Educación Pública (MEP) incluirá en el salario de los educadores el incentivo por cumplir 200 días de curso lectivo.
A cambio de no recibir un solo pago en setiembre, los sueldos de los 55.000 docentes subirán un 14%, anunció ayer Leonardo Garnier, ministro de Educación.
El incentivo por los 200 días equivale a un 168% del salario. Para un docente que gana ¢500.000 al mes, su beneficio es de ¢840.000.
Este monto ahora será integrado a la base salarial, de manera que el sueldo de ese educador pasará de ¢500.000 a ¢570.000.
Para directores, asistentes, auxiliares, bibliotecarios y orientadores, el incremento salarial es de un 2,5% pues su incentivo es del 30%.
El monto del incentivo también aumentará porque, al ser parte del salario, incrementa otros beneficios como la dedicación exclusiva y las anualidades.
El beneficio se gira hace 10 años. Este es el último año en que el pago se hará efectivo en el mes de setiembre. La fecha para el giro no está definida aún por Hacienda y el MEP.
Hace un año, el Estado pagó ¢23.600 millones por este concepto y en esa oportunidad, lo perdieron 15.000 educadores porque no cumplieron con los 200 días.
Quitar injusticias. Ayer, Garnier argumentó que el cambio eliminará “la incertidumbre y las injustas distorsiones” del viejo sistema.
Antes, quien se incapacitaba por enfermedad por más de un mes no recibía el incentivo.
Los docentes interinos contratados por un semestre, por ejemplo, tampoco tenían derecho, al menos, a una parte del beneficio.
Para el ministro Garnier, lo peor era que los docentes interesados en capacitarse también perdían el incentivo pues los días dedicados a procesos de aprendizaje no eran contados como lectivos.
“Esto era como trabajar con una pistola en la cabeza. Si me enfermo o me mandan a un curso, qué me va a pasar. Siempre era una amenaza, la discusión terminó hoy”, dijo.
Ahora, solo si un funcionario se ausenta en forma injustificada perderá su incentivo mensual.
El cambio demandará al Gobierno un desembolso adicional de ¢3.000 millones, estimaron los ministerios de Hacienda y de Educación Pública.
La diferencia obedece al pago del incentivo a los funcionarios que antes no lo disfrutaban por diversas circunstancias. El monto total calculado para el próximo año es de ¢26.000 millones.
Guillermo Zúñiga, ministro de Hacienda, dijo que el Estado puede pagar la diferencia gracias a la mejora en la recaudación fiscal.
El cambio fue presentado ayer a los dirigentes de las organizaciones sindicales del magisterio.
Beatriz Ferreto, presidenta electa de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), dijo que analizarán el tema con las bases.
Según Ferreto, el incentivo tenía que dejar de ser una “espada de Damocles” sobre la cabeza del docente.