Convocados desde una red social, este sábado un conglomerado de ciudadanos mostró su indignación en una marcha por la capital, en donde exigieron el cierre de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
La caminata partió pasadas las 10 a.m. de la estatua de León Cortés, en el Parque Metropolitano La Sabana y concluyó poco más de una hora después, en el parque Central, sobre la avenida segunda.
En su punto de más concentración, los manifestantes llenaron tres de las cuatro vías de tránsito a lo largo de casi 300 metros sobre el paseo Colón, dejando solo un carril para el tránsito vehicular. Convocados por la página Ya no más Recope en Facebook, la de este sábado fue una manifestación distinta a dos ediciones similares que apenas atrajeron a un puñado de personas.
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Bajo un intenso sol, la columna de costarricenses, vestidos de blanco y portando banderas, reclamó al Gobierno otro esquema para vender combustibles sin Recope.
“Mire, para nadie es un secreto que el dinero público está mal administrado. Te vas a Panamá y ahí la gasolina es barata, aquí pagamos la más cara de la región y encima tenemos una refinadora que ni refina, ¿entonces?”, lamentó Wálter Vargas.
Como Vargas, Anabelle González y varios de sus familiares condenaron la actitud oficial hacia los sindicatos y monopolios.
“Estamos hartos del abuso y que este país lo quieran gobernar los sindicatos. Seamos francos, el Gobierno solo representa los intereses de un grupito de sindicatos”, expresó la ciudadana.
Mauricio Sánchez y Carlos Ugalde, promotores de la cita, admitieron que ellos no saben cómo organizar marchas y, si hubo convocatoria, fue porque las personas acudieron por su voluntad.
Este diario notó cómo, de manera informal, varios de los asistentes reunieron dinero para pagar una hora más los servicios del único vehículo con altavoces utilizado en la caminata.
Rechazo previo. La marcha ocurrió casi un mes luego de que autoridades de la Refinadora admitieran a La Nación que el pago de la convención colectiva de sus trabajadores se financia con solicitudes de ajuste ordinario en los precios de los combustibles .
Días antes y, por primera vez, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos rechazó a Recope trasladar a las tarifas de combustibles ¢5.000 millones por concepto de su convención colectiva, en un pedido de ajuste planteado por la empresa estatal.
Algunos beneficios que se pretendían financiar eran el fondo de ahorro del personal, préstamos, servicio de soda, útiles y becas a los hijos y gastos relacionados con los servicios de salud, como ginecología y psicología.