Costa Rica está entre los países con peor calidad de Internet fijo entre las 38 naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuya meta es armonizar políticas económicas y sociales.
En el tema digital, el país tiene mucho camino por delante antes de sintonizar con los demás miembros, pues quedó en el sitio 34 dada la lentitud de sus enlaces.
Las conexiones fijas a Internet tanto en ciudades como en áreas rurales de Costa Rica ofrecen velocidades “significativamente más lentas” que el promedio de la OCDE, pues se distancian de las de esa organización en -56% y -74%, respectivamente. Así lo indica el informe Regiones y Ciudades de un Vistazo publicado el pasado 15 de noviembre.
La publicación no detalla las velocidades promedio que sirven de base para establecer esas distancias.
Lo que hace es precisar cuánto se alejan porcentualmente ciudades y zonas rurales en cada país respecto al promedio de velocidad de Internet fijo de la Organización. A continuación, asigna una posición a cada uno de los 38 integrantes.
En la franja amarilla de este gráfico aparece la posición de Costa Rica entre el conjunto de naciones analizadas, según su porcentaje de desviación respecto al promedio de velocidad de la OCDE, tanto para el caso de ciudades como zonas rurales.
Costa Rica entre los últimos
Costa Rica es entre los 38 miembros de la OCDE uno de los países con menos calidad de Internet sobre líneas fijas tanto en áreas rurales como urbanas.
FUENTE: OCDE al 2022. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
El análisis evalúa de manera integral cómo las regiones alejadas de las urbes y las propias ciudades en países de la OCDE avanzan en aspectos como desarrollo económico, salud, bienestar y desempeño ambiental. Los indicadores evidencian tanto disparidades internas de las naciones como cuáles en el grupo están mejor que otros. Costa Rica es de los peores en esta categoría.
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El documento recordó que la inversión en infraestructura digital ayuda a cerrar brechas digitales, pero este también halló rezagos en cada región administrativa de Costa Rica.
La región Huetar Norte (Guatuso, San Carlos y Sarapiquí) está -74% por debajo del promedio OCDE. La Chorotega (Guanacaste) -64% y la Huetar Atlántica (Limón) -68%.
En el caso de la región del Pacífico central (Puntarenas, Esparza, Montes de Oro, Quepos, Parrita, Garabito, Monteverde, San Mateo y Orotina) y la Brunca (Osa, Golfito, Corredores, Coto Brus, Buenos Aires, Puerto Jiménez y Pérez Zeledón) aparecen con -65% y -70%; respectivamente. La región Central sale con -52%.
“En algunas regiones de Chile, Costa Rica, Israel, Japón, México y Estados Unidos, una cuarta parte o más de la población carece de acceso a banda ancha de Internet. Incluso cuando Internet está disponible, su velocidad sigue siendo 40% más baja fuera de las áreas metropolitanas”, indica la publicación.
Rezago conocido
Costa Rica empezó hace 16 años a desplegar sus primeros enlaces de fibra óptica, una de las tecnologías más eficientes de conexiones fijas a Internet. Sin embargo, a inicios de este año, solo 25% de enlaces nacionales utilizaban esa tecnología superior.
El crecimiento de fibra óptica aumentó a partir del 2011 con la apertura del mercado de telecomunicaciones, pero, al cabo de tantos años, solo hay 262.000 clientes con fibra óptica entre 1.044.000 de conexiones fijas (96% de ellas en hogares), según datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
La fibra óptica utiliza filamentos de vidrio o plástico para transmitir datos mediante impulsos luminosos. Esto la vuelve inmune a pérdidas de potencia en la señal y ello permite enlaces de muchos kilómetros sin problema alguno. Tampoco la afectan interferencias electromagnéticas.
Sobre este tema, la propia OCDE advirtió en febrero de que Costa Rica es de sus integrantes con mayor rezago en fibra óptica entre todos los tipos de enlaces de banda ancha que tiene y por eso ocupó el puesto 27 entre 38 adscritos al grupo.
Este tipo de diferencias afectan la competitividad del país como destino de inversión extranjera directa y obstaculiza actividades como emprendimientos digitales, educación y trabajos, explicó Edwin Estrada, exviceministro de Telecomunicaciones durante las administraciones de Luis Guillermo Solís (2014-2018) y Carlos Alvarado (2018-2022).
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“Cuando aquí se habla de velocidades y despliegue de redes siempre se cuestiona a los operadores. A ellos corresponde ampliar las redes e invertir en eso, pero el Estado tiene la responsabilidad de crear un ambiente habilitador e incentivar el despliegue de infraestructura”, explicó.
No obstante, recalcó que a veces el propio Estado paraliza esa inversión con barreras como trámites interminables o regulaciones municipales sin coherencia.
Para Estrada, es claro que los operadores extranjeros tienen presupuestos para invertir, pero incluso ese gasto es limitado, por lo tanto, si topan con problemas a causa de un entorno de inversión poco amigable, corren el riesgo de que sus casas matrices lleven sus presupuestos de inversión a otros países donde también tienen operaciones.
Otra muestra del rezago costarricense en Internet también la advirtió, en mayo, la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) cuando emitió el reporte Costa Rica Próspera: Habilitadores para la generación de empleo y progreso social.
El documentó señaló como una barrera el desarrollo de infraestructura digital, dada la falta de espectro radioeléctrico necesario para que el sector de telecomunicaciones disponga de todas las bandas de frecuencia requeridas para la tecnología 5G.
El análisis apuntó a esa evolución del Internet móvil hacia redes de quinta generación (5G), al advertir que podría convertirse en el habilitador de actuales desarrollos de plataformas de negocios digitales, herramientas y dispositivos, además de los eventuales usos emergentes vinculados al tema, como el Internet de las Cosas, la analítica de datos, el cómputo en la nube, inteligencia artificial, machine learning y robótica. Sin embargo, nada de eso está a la vista y pasarían años antes de alguna red de este tipo en el país.
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Brecha digital
Al tiempo que la OCDE da a conocer sus hallazgos, la Universidad de Costa Rica divulgó un estudio sobre las diferencias entre grupos poblacionales en sus posibilidades de acceso a una computadora, de acuerdo con dónde residen y por diferencias en nivel académico.
Personas con estudios universitarios en la última década han tenido 40,6 veces más posibilidad de acceso a una computadora por cada 100 habitantes respecto a quienes solo disponen de primaria completa.
Siempre en temas de acceso a equipos de cómputo, quienes habitan en las ciudades tienen 15 veces más opciones de acceso a computadoras por cada 100 habitantes, en comparación con aquellos habitando en zonas rurales.
Estas fueron las principales conclusiones a las que llegó el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE), en su reciente publicación Nuevos enfoques para la medición y descomposición de las brechas digitales en Costa Rica, divulgado el lunes 21 de noviembre.