Dubái, Emiratos Árabes Unidos. El ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador Jiménez, viajará la próxima semana a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28), que arrancó este jueves 30 de noviembre, a buscar apoyo para comprar buses eléctricos con los cuales reducir la contaminación producida por el transporte público en el país.
Amador acudirá como parte de la delegación oficial costarricense, ya que tiene previsto reunirse durante la COP28 con Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena por sus siglas en inglés), el próximo 6 de diciembre.
En mayo, el Gobierno presentó a Irena un proyecto para que financie la compra de 311 autobuses eléctricos valorados en $86 millones.
En Costa Rica hay cerca de 5.000 autobuses autorizados para transporte de personas.
La idea consiste en crear un fideicomiso a cargo del Banco Nacional para arrendarle las unidades cero emisiones a autobuseros, con el propósito de que saquen de circulación los buses impulsados con diésel al cumplir el tope de 15 años de antigüedad.Sin embargo, faltan aspectos clave por finiquitar, explicó Amador a La Nación.
Ahí es donde el ministro espera ayuda de Irena, una organización intergubernamental de la cual Costa Rica es miembro y cuyo mandato es facilitar la adopción y el uso sostenible de las energías renovables. La organización tiene su sede en Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
En el encuentro con La Camera, su intención es pedirle apoyo para contratar a un consultor que apoye el afinamiento del prospecto para fondear el futuro fideicomiso, con el objetivo de amarrar el visto para el plan de la Superintendencia General de Valores (Sugeval).
El prospecto es clave en este tipo de instrumentos financieros por ser el documento legal que reúne todas las características e información relevante con el fin de que eventuales inversionistas puedan formarse una opinión clara antes de invertir en el fideicomiso.
Amador adelantó que celebrará otra reunión con representantes de Masdar, también conocida como la Abu Dhabi Future Energy Company, la cual es una empresa estatal de energías renovables de Abu Dabi.
Su plan es pedirles que aporten unos $200 millones de capital de inversión para fondear el fideicomiso.
“En la COP28 vamos a firmar una carta o intención o memorando de entendimiento para confirmar el proyecto y presentarlo como parte del plan costarricense para mejorar el transporte público”, explicó Amador.
Según el ministro, el proyecto permanece sin despegar porque el Gobierno carece del capital inicial necesario para ponerlo en marcha y sin el cual tampoco es posible recibir el visto bueno correspondiente por parte de Sugeval, agregó.
Firmantes en deuda
El esfuerzo costarricense se buscará en una conferencia que marca la conclusión de lo que se conoce como la “evaluación global”.
En Dubái, las naciones del mundo valorarán los hallazgos de una primera revisión centrada en cuánto han progresado en la implementación del Acuerdo de París del 2015.
La presidencia emiratí de la Conferencia informó este jueves de que las conclusiones son crudas: los países no avanzan con la velocidad debida para cumplir el Acuerdo en la parte donde todos se comprometieron a prevenir que la temperatura del planeta aumente 1,5 grados centígrados para finales de este siglo.
Un informe publicado por la ONU muestra que las promesas de acción climática de los gobiernos (conocidas como contribuciones determinadas a nivel nacional o ‘NDC’) si acaso reducirían colectivamente para el 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero a 2% por debajo de los niveles registrados en el 2019.
Por desgracia, todos los análisis científicos recientes especifican que se requiere al menos una contención de 43% para ejecutar la meta de 1,5 grados centígrados.
El informe reconoce que la comunidad internacional sí desarrolla planes para un futuro con emisiones netas cero y un aceleramiento en la transición hacia energía limpias, pero deja claro que independizarse del uso de petróleo o el carbón aún no es lo suficientemente veloz como para limitar el calentamiento dada la insuficiente ambición política mundial hasta el momento.
La COP28 ocurre en el año más caluroso jamás registrado, en buena parte debido a la emisión de gases de efecto invernadero, y mientras los impactos de la crisis climática causan estragos sin precedentes en la vida humana y los medios de vida en todo el mundo.
Emiratos Árabes Unidos detenta la presidencia de la Conferencia hasta su conclusión, el próximo 12 de diciembre, con la premisa de acelerar la acción climática colectiva.