El nombramiento de Juan Manuel Quesada Epinoza como nuevo jerarca del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA), el martes 30 de enero, ocurre en momentos en que la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) acumula pérdidas millonarias generadas durante la gestión del funcionario en la Presidencia Ejecutiva.
Pese a tener el monopolio de la distribución mayorista de hidrocarburos, Recope registró pérdidas netas en ese negocio por ¢19.373 millones al 30 de noviembre del 2023, de acuerdo con su estado de resultados financieros.
Ese balance evidencia una caída sostenida a lo largo de 11 meses del 2023 en la obtención de ganancias en un mercado cautivo, al ser su único proveedor mayorista. Ese resultado contrasta con los ¢45.903 millones de utilidades netas registradas en el mismo periodo de 2022.
En el mismo periodo del 2021, antes del cambio de administración que se dio en mayo del 2022, la empresa reportaba ganancias por ¢68.709 millones
De acuerdo con el reporte contable, los gastos de operación de la Refinadora crecieron entre enero y noviembre del 2023 frente al mismo periodo del 2022. Estos pasaron de ¢94.725 millones a ¢98.040 millones (¢3.315 millones más, 3,5%).
Las cuentas de Recope también muestran una pérdida del 32% en el valor económico de sus inventarios de hidrocarburos, equivalente a ¢92.864 millones.
Todo el diésel, gasolinas, búnker y otros derivados que almacenaba Recope a noviembre del 2022, se valoraban en ¢291.438 millones. En cambio, sus existencias al cerrar noviembre de 2023 tenían un valor de ¢198.574 millones.
Sin ajuste ordinario
Otro aspecto que pesa en el desempeño de Recope durante el 2023 es su negativa a solicitar un ajuste ordinario de precios de combustibles a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
De acuerdo con las normas vigentes, Recope y demás prestadores de servicios públicos regulados tienen derecho a solicitar un ajuste ordinario por año para cubrir sus gastos operativos, administrativos e inversiones.
En varias ocasiones durante el 2023, La Nación consultó a la Refinadora a qué se debía su decisión de no tramitar ajustes ordinarios para costear su operación, pese a los resultados financieros desfavorables en su historial contable reciente.
De acuerdo con Recope, los resultados eran consecuencia de la metodología de cálculo de Aresep.
“Técnicamente, la variable que ha ocasionado esa situación es la del diferencial de precios, que se calcula cada semestre. Esa es una variable extraordinaria que por las mismas reglas de Aresep no podemos pedir que se corrija en un estudio ordinario de tarifas, el cual considera otros aspectos”, indicó la Refinadora por escrito en una de esas ocasiones.
Ante esa postura, Eric Bogantes Cabezas, regulador general de la Aresep, también había explicado a este diario que el desempeño financiero de cada operador de un servicio publico resulta de su administración y que Aresep, legalmente, no puede coadministrar las cuentas del prestador del servicio.