El juez penal de Goicoechea Ricardo Madrigal Jiménez puso en libertad, el pasado 6 de mayo, a un acusado por narcotráfico, pese a que no tenía el expediente en su despacho y el caso se tramitaba en otro tribunal de San José.
El sospechoso, Harold Cuero Harding, de 42 años y origen colombiano, había sido detenido en agosto del 2008 con 10 kilos de cocaína en su auto y se dio a la fuga una vez que salió de la Unidad de Admisión de San Sebastián, situada en el sur de la capital.
El juez Madrigal dictó la resolución a favor de Cuero pese a que ese mismo día, 6 de mayo, se realizaba en el Juzgado Penal de San José una audiencia en la que el juez Raymundo Pérez Castillo, a cargo del caso, amplió por tres meses la prisión preventiva a Cuero.
Esta resolución no se pudo cumplir porque el extranjero ya se había fugado del país. El Juzgado Penal de San José emitió el 7 de mayo del 2009 una orden de captura internacional contra el extranjero.
Denuncia. El fiscal general de la República, Francisco Dall’Anese, confirmó ayer que denunciaron al juez Madrigal ante el Juzgado Penal de Hacienda por dictar una resolución en un caso que no era de su competencia y sin tener a la vista el expediente.
La Fiscalía le atribuye al funcionario judicial el delito de evasión culposa, el cual es sancionado con prisión de hasta cinco años, según el artículo 62 de la Ley de Psicotrópicos. La normativa prevé la inhabilitación en el ejercicio del cargo por el mismo plazo.
Ayer en la mañana, un equipo de La Nación visitó el despacho del juez Ricardo Madrigal, en Goicoechea, para consultarlo sobre el proceso judicial en su contra.
El funcionario mandó a decir con la jueza coordinadora Marjorie Valenciano: “Es un tema en proceso; tengo una prohibición legal para referirme al asunto”.
Aunque la Fiscalía pidió al Juzgado Penal de Hacienda separar temporalmente del cargo a Madrigal, la oficina de prensa del Poder Judicial confirmó que la jueza Aneth Campos dictó otras medidas cautelares. Entre ellas, que el juez Madrigal cumpla algunas limitaciones en su relación con el resto del personal de su despacho. Según la oficina de prensa del Poder Judicial, la jueza no detalló qué tipo de limitaciones.
Dall’Anese dijo que apelaron ese tipo de medida cautelar e insistieron en la separación temporal del funcionario mientras se lleva a cabo la investigación.
De un tribunal a otro. Una día después de su arresto, el 6 de agosto del 2008, el Juzgado Penal de Goicoechea dictó tres meses de prisión preventiva contra Harold Cuero, plazo que venció el 7 de noviembre del 2008.
A pedido de la Fiscalía, ese mismo día, el Juzgado ordenó ampliar la prisión del extranjero hasta el 5 de mayo del 2009 (seis meses más).
El 9 de diciembre del 2008, la Policía capturó en el Paseo de los Estudiantes, en San José, a dos supuestos cómplices de Cuero.
Documentos judiciales en poder de este diario indican que el caso de estos dos cómplices pasó al Juzgado Penal de San José.
Debido a que se trataba de hechos conexos, el caso de Cuero –que estaba hasta ese momento en Goicoechea– se acumuló con el de sus presuntos cómplices en el despacho de San José.
Según consta en el expediente, el 6 de mayo del 2009, en una audiencia convocada para conocer de la posibilidad de prorrogar la prisión preventiva a Cuero, el juez Raymundo Pérez Castillo amplió por tres meses (hasta el 6 de agosto del 2009) la prisión preventiva.
En esta audiencia, realizada a partir de las 3 de la tarde, estuvo presente el fiscal Guillermo Hernández Ramírez.
El defensor de Cuero, el abogado Leonel Villalobos Salazar, no asistió . Alegó ante el juzgado que a esa hora tenía otros compromisos en los tribunales de Heredia. Tampoco asistió el imputado.
En libertad. De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía, esa misma tarde del 6 de mayo, el juez Ricardo Madrigal, desde su despacho en el Juzgado Penal de Goicoechea y sin tener el expediente a la vista, dictó otra resolución mediante la que otorgó la libertad al detenido por “vencimiento del plazo de la prisión”.
El juez envió la orden de libertad con su firma y sello del juzgado a la Unidad de Admisión de San Sebastián, donde fue recibida a eso de las 9 de la noche de ese día, según un documento firmado por la funcionaria Adriana Herrera, encargada de tramitar las órdenes de libertad en ese centro penal.
La orden fue ejecutada esa misma noche por las autoridades penitenciarias, quienes pusieron en libertad al presunto narcotraficante. Ahora Cuero es buscado por las autoridades.