Los cantones de Limón son los más rezagados del país en desarrollo humano.
Así lo demuestra el Atlas de Desarrollo Humano Cantonal, publicado este miércoles por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Universidad de Costa Rica.
El estudio toma en cuenta indicadores como la esperanza de vida al nacer, los años de escolaridad esperados, la escolaridad promedio y el consumo eléctrico per cápita.
Se analizaron datos del 2010 al 2018 para establecer una calificación y un ranquin anuales.
El cantón número uno en la clasificación es Santa Ana, en San José, con un índice de desarrollo humano de 0,924 y el último en la lista es Matina, en Limón, con una calificación de 0,671.
La puntación promedio a nivel nacional es de 0.804.
En el primer cantón una persona, en promedio, estuvo 10,9 años en el sistema educativo mientras que en el segundo permaneció solo 5,8 años.
De acuerdo con la investigación, Matina es el único cantón con un índice de desarrollo humano medio; el resto está dentro de las categorías alto o muy alto.
La Nación llamó a Walter Céspedes, alcalde de Matina, pero indicó que se referiría a este tema hasta mañana jueves.
Los seis cantones de Limón (Matina, Talamanca, Guácimo, Pococí, Siquirres y Limón) están por debajo del promedio nacional; es la única provincia en la que sucede eso.
En el resto de provincias, al menos un municipio está por encima de la media.
En Puntarenas, Parrita y Esparza rebasan el promedio nacional con 0,808 y 0,826, respectivamente. En Guanacaste, Tilarán supera por la mínima el promedio con 0,805.
En Heredia, solo Sarapiquí está por debajo de la media; situación similar enfrenta Cartago, donde solo Oreamuno reprueba.
En Alajuela, no alcanzan ese nivel Los Chiles, Guatuso, Upala, San Mateo y Sarchí.
En San José, los cantones de Desamparados, Pérez Zeledón, Aserrí, Acosta, León Cortés, Alajuelita, Dota, Turrubares y Tarrazú no sobrepasan el promedio.
Paola Omodeo, especialista en Estadística y encargada del estudio, estimó que los cantones con mejores indicadores reciben mayor inversión en servicios de educación y salud.
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No obstante, expresó que el objetivo del Atlas de Desarrollo Cantonal es brindarle datos y herramientas de análisis a las autoridades nacionales y locales para la toma de decisiones.
Poco avance en Limón
El estudio del PNUD y la UCR analizó el comportamiento de los indicadores mencionados entre los años 2010 y 2018.
En ese periodo, los cantones de Limón mostraron una mejoría casi nula. Solo Guácimo logró escalar del puesto 70 al 74.
Durante ese tiempo, la escolaridad promedio subió allí de 6,5 años a 6,9 años y el consumo eléctrico per cápita de 504 kilovatios a 515 kilovatios.
El resto de cantones limonenses, en cambio, retrocedió entre una y tres posiciones.
"Creo que entre las razones de esta situación está que la política del Estado ha sido vallecentralista y tienen a Limón estereotipado como un lugar conflictivo. Ningún gobierno de turno ha podido llevar desarrollo socioeconómico a la provincia.
“Los diferentes gobiernos han manifestado que quieren mucho a Limón, pero eso no se ha traducido en obras para la provincia, no se hace una justa distribución de las riquezas”, declaró Eduardo Cruickshank, presidente del Congreso y diputado del Partido Restauración Nacional por Limón.
Yorleny León, diputada limonense del Partido Liberación Nacional, coincidió en que el país centra sus inversiones en la Gran Área Metropolitana y margina las provincias costeras.
“Estos no son datos nuevos, no nos están diciendo algo que no sabemos; Limón forma parte de las tres provincias más abandonadas del país (...).
"Esos indicadores los conocemos y son la tendencia a lo largo de muchos años, siempre hemos estado por debajo de los promedios nacionales en el índice de desarrollo humano”, comentó León.
“Es imperativo que la construcción e implementación de las políticas públicas contemplen la diversidad y complejidad de los desafíos, desde un análisis interseccional, para reconocer la necesidad de diseñar soluciones diferenciadas que correspondan a las formas distintas en que las personas y comunidades sufren las privaciones, brechas y obstáculos que les impiden ejercer plenamente sus libertades”, dijo Fernando Ramírez Hernández, director de la Escuela de Estadística de la UCR.