Gritos, golpes, pedradas y tubazos. Los manifestantes de Rescate Nacional intentaron derribar la barrera de policías que, con escudos protectores, les impedía acercarse a la Casa Presidencial, en Zapote, una confrontación que terminó en lanzamiento de gases lacrimógenos y 11 oficiales con heridas.
En el bando del movimiento que se alzó contra la propuesta a negociar con el Fondo Monetario Internacional (retirada desde el 4 de octubre), oficialmente, no se reportaron lesionados, pero sí 28 detenidos por agresión a los agentes y daños a patrullas del Estado.
Todo eso ocurrió en tres episodios de violencia que fueron en escalada y terminaron por manchar la pacífica caminata iniciada en vías de San José.
El primer hecho ocurrió a la llegada de la marcha a Casa Presidencial, en Zapote, al mediodía.
Ahí retaron a los oficiales a enfrentarse, mientras se abalanzaban contra las barricadas de metal que colocaron los policías.
Los ánimos bajaron. Entre ellos mismos lograron tranquilizarse y entablaron conversaciones con jefes de los policías.
Sin embargo, la paz se quebrantó en el segundo de los episodios, cuando desfiló una caravana de camiones y cabezales en la calle que pasa al frente de Presidencia.
Algunos de manifestantes subidos en esos vehículos llevaban sus caras cubiertas y enseñaban palos, bates y tubos, incitando a los policías a enfrentarse.
En ese momento, un hombre de mediana edad, con sombrero, propinó un fuerte golpe con un palo sobre la cabeza de uno de los policías.
Ese oficial es Milton Alvarado, director regional de la Fuerza Pública de Alajuela, quien fue retirado del frente de la barricada con su cabeza sangrando.
El atacante fue detenido y su acto quedó grabado en video. El ministro de Seguridad, Michael Soto, confirmó, en conferencia de prensa, que lo acusarán ante el Ministerio Público por tentativa de homicidio.
Dicho ataque, ocurrido antes de las 2 p. m., anticipaba más enfrentamientos.
El último de los episodios sucedió una hora después y fue el más grave.
De repente, una lluvia de piedras empezó a caer sobre los oficiales que estaban al frente de la línea de defensa.
Los manifestantes también se lanzaron encima de los policías con sus palos, bates y tubos.
Se observó cómo los oficiales salían heridos en medio del humo y de las piedras que seguían cayendo.
Dos policías inconscientes fueron sacados por sus compañeros, quienes los cargaban en patrullas que se dirigían directamente a centros médicos para su pronta atención.
Dos oficiales de seguridad están en condición grave, informó Soto. Al parecer son los mismos que fueron evacuados de la turba mientras estaban inconscientes.
Soto señaló que a uno de ellos se harán exámenes médicos profundos pues temen fractura craneal.
"La Policía tenía una actitud pasiva, tranquila, sosteniendo la línea. Son los manifestantes los que empiezan a agredir ilegítimamente a los policías no solo con piedras, son pedazos de acera que empezaron a despedazar para atacarnos.
“Ahí es donde la Policía toma la decisión de usar agente químico (gas lacrimógeno) para salvaguardar la vida y la integridad de los oficiales. Si esto no se hubiera hecho de esta forma, probablemente tuviéramos alguna situación más grave qué lamentar”, declaró el ministro.
‘Sobrepasó las expectativas’
Los dirigentes de Rescate Nacional celebraron “los resultados” de la manifestación y culparon al Gobierno y a la Fuerza Pública de “incitar” a la violencia.
Personas provenientes de zonas rurales llegaron en autobuses a San José para encontrarse en el parque de la Merced.
De ahí marcharon por la avenida segunda hasta Zapote.
Algunas de esas busetas llegaron de zonas donde se registraron disturbios y acciones contra los cuerpos policiales, por el control de carreteras en las últimas dos semanas.
“Es impresionante el coraje, la hidalguía con la que hemos dado esta pelea. Hoy la gente que llegó ahí llegó consciente, es impresionante de que la gente de esta lucha, una manifestación que realmente sobrepasó las expectativas que nosotros queríamos”, afirmó Célimo Guido.
El primero en mando del grupo detrás de los bloqueos de los últimos 13 días en carreteras, alegó que el Gobierno infiltra personas en su movimiento.
“Hacen el montaje, llevan a la gente de ellos. Entonces, la otra gente se enaltece porque se llevaron a un compañero, ven ustedes el juego esa es la mafia de Casa Presidencial”, agregó Guido.
Las declaraciones las brindó en una conferencia de prensa en horas de la noche, en la cual el grupo impidió ingresar a Noticias Repretel.
Según denunció ese medio de comunicación, no pudieron transmitir el mensaje de los impulsores del movimiento, pues exigían que se les transmitiera la conferencia de forma completa y sin interrupciones.
‘Aguantamos sin fuerza hasta donde se pudo’
Minutos después del enfrentamiento, el director de la Fuerza Pública, Daniel Calderón, detalló que recibieron amenazas de que les tirarían encima los cabezales parqueados frente al edificio del Gobierno, con tal de traspasar los portones de Zapote.
“Tiraron trozos de concreto, empezaron a caer compañeros a pesar del equipo de protección. Había amenazas de que nos iban a abalanzar los camiones contra los oficiales y ya no pudimos. Aguantamos sin usar la fuerza hasta donde se pudo”, afirmó Calderón.
En el bando organizador del movimiento, que ha dejado más de 110 policías heridos en cuestión de 10 días, responsabilizan a las autoridades de la violencia en las manifestaciones.
“Esta represión de hoy es impresionante y con cosas más graves. Nos encontramos con un montón de militares detrás de Casa Presidencial. Eso lo ligamos a la manera tan agresiva cómo han actuado las autoridades”, aseveró Guido, sin aportar pruebas.
Los hechos continuaron horas después en los alrededores de Zapote. Inclusive, un grupo de manifestantes tomó la carretera de Circunvalación donde, nuevamente, dañaron otra patrulla de Policía de Tránsito.
Las autoridades no reportaron heridos entre los participantes de la marcha, solo afectados por los gases dispersores.
No obstante, el movimiento denunció que tuvieron que trasladar a varias personas a centros médicos por supuestas lesiones en el enfrentamiento.