En una carroza elaborada en 22 días por los vecinos del distrito de Llano Grande, fue trasladada la Virgen de los Ángeles a la catedral de Cartago, este jueves, luego de la misa solemne realizada a las 9 a. m.
En la catedral de Nuestra Señora del Carmen, en el centro de la ciudad, estará cerca de un mes y luego retornará a su sede habitual, en la basílica de los Ángeles.
Se trata de la tradición conocida como la pasada, que tiene lugar al concluir las celebraciones del 2 de agosto y que en este 2023 cumple 240 años.
Wilberth Leitón, miembro de la comisión encargada de la carroza, contó a La Nación que esta fue elaborada por toda la comunidad.
“La carroza lleva 25 variedades de rosas y entre 25.000 y 30.000 tallos de claveles, lirios, girasoles, pomelias, yerberas, entre otras”, detalló.
El lema de la carroza fue “En el mundo existen ángeles”. La procesión fue encabezada por monseñor Mario Quirós, quien presidió la misa de la pasada.
Historia
A mediados del siglo XVIII, las fiestas dedicadas a la Virgen de los Ángeles se prestaban para un relajamiento en la vida cotidiana, controlada por las leyes de la Corona española.
Estas incluían normas religiosas y civiles para resguardo de la moral pública, pero durante las fiestas la aplicación de las leyes se volvía más benévola.
En 1782, los desórdenes originados en las fiestas populares suscitaron un hecho clave en el culto de la Virgen de los Ángeles: la creación de la pasada.
Lorenzo de Tristán, obispo de Nicaragua y Costa Rica, efectuó su visita pastoral en ese año y comprobó los desórdenes que sucedían durante la novena a la Virgen en el edificio de la cofradía, situado junto al santuario.
El prelado decretó entonces que la imagen de la patrona de la ciudad de Cartago se llevase, el día anterior a su fiesta, al templo parroquial de la ciudad, donde se celebraría solemnemente una misa.