El Proyecto de Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del Río Tempisque y Comunidades Costeras (Paacume), renombrado por el Gobierno de Rodrigo Chaves como “Agua para la Bajura”, se estima que estará finalizado para el año 2029.
La megaobra incluye el desarrollo de infraestructuras destinadas al consumo humano, riego agrícola y turismo en cinco cantones de Guanacaste: Nicoya, Santa Cruz, Bagaces, Liberia y Carrillo.
Para alcanzar la meta, la construcción deberá iniciar a finales del próximo año y llevarse a cabo en varias etapas, según informó en una entrevista con La Nación el gerente general del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), Osvaldo Quirós Arias.
Afirmó que ya disponen de los diseños para la construcción de la presa del río Piedras, y también se ha avanzado significativamente en los diseños del canal oeste.
Sin embargo, aún están pendientes los planos de las redes de distribución secundarias y terciarias, así como el desarrollo de la parte de consumo humano, que se está llevando a cabo en coordinación con el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Según el cronograma del Senara, se espera tener la totalidad de los diseños para mayo del próximo año. La construcción de la presa, que sería la primera en iniciar a finales de 2024, podría extenderse durante 40 meses. Durante ese período, se buscará avanzar en las licitaciones de los otros componentes para que puedan comenzar sus fases constructivas de manera simultánea.
Agua para consumo ya estaba contemplada
Durante una visita a Guanacaste, el mandatario Rodrigo Chaves aseguró el martes que el proyecto ya está en marcha con maquinaria presente en el lugar, aunque no proporcionó detalles específicos sobre el tipo de trabajos que se están llevando a cabo.
En su discurso posterior a la sesión del Consejo de Gobierno por la conmemoración de los 199 años de la Anexión del Partido de Nicoya, el mandatario anunció que este jueves darán más detalles sobre el proyecto durante una visita a Bagaces.
El presidente también reiteró que la megaobra ahora incluirá el suministro de agua para el consumo humano.
“Ese era un proyecto que se había diseñado en 2018, se había obtenido un préstamo de $425 millones para financiarlo, pero a mí no me gustó porque era únicamente para llevarle agua a un puñado de finqueros en la margen izquierda del río Tempisque y yo dije, no, vamos a llevar agua a los hogares”.
Pese a ese discurso de Chaves, el gerente del Senara confirmó, días atrás, que la obra siempre contempló el componente de agua para consumo, pero no incluía el plan para potabilizar y distribuir el agua a las asociaciones administradoras de los sistemas de acueductos y alcantarillados comunales (asadas) y sistemas del AyA.
Como parte del nuevo plan, se incorporó la construcción de una planta potabilizadora, pero esta fase está a la espera de información por parte del AyA sobre las necesidades de agua y las áreas a cubrir para avanzar en los diseños de este componente de distribución de agua potable.
Esta parte también será financiada con el préstamo de $425 millones aprobado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Durante los años que, según Chaves, se desperdiciaron sin avanzar en el proyecto, se trabajó en la factibilidad ambiental, que incluyó el aval de la Sala Constitucional para inundar la reserva biológica Lomas de Barbudal y la compensación de ese impacto mediante la compra de 550 hectáreas aledañas a ese sitio protegido. La decisión se dio luego de tres acciones de inconstitucionalidad, así como la aprobación de la ley que permitiría la modificación de los límites de la reserva.
Además, se progresó en la optimización de diseños, procesos expropiatorios y levantamientos topográficos.
En la actualidad, quedan 1.200 expropiaciones pendientes, cuya realización depende de la disponibilidad de recursos económicos para pagarlas. En total, se requieren $32 millones, los cuales deben ser aportados por el Estado para la compra de propiedades.
Quirós agregó que, durante todo este tiempo, se buscó un acercamiento con las autoridades del AyA para definir el aspecto del consumo, y finalmente, después de los anuncios realizados a finales del año pasado, comenzaron a trabajar en coordinación con equipos de esa entidad.
La Nación solicitó desde el 14 de junio una entrevista con el vocero a cargo de ese plan dentro del AyA, pero no se tuvo respuesta.
Obra en detalle
El proyecto Paacume tiene como objetivo utilizar las aguas del embalse Arenal y crear un embalse de 850 hectáreas, para lo cual se requerirá inundar 113 hectáreas de la reserva Lomas de Barbudal y construir una represa de 600 metros de longitud.
Contempla la construcción del embalse Río Piedras, una nueva infraestructura en el canal oeste del Distrito de Riego Arenal Tempisque, así como la infraestructura necesaria en la represa para generar energía hidroeléctrica.
Además, se construirán 225 kilómetros de canales, potabilizadores y conductos de agua potable hasta tanques de distribución del AyA.
Según el plan, el agua se distribuirá para cuatro usos: 16,5 metros cúbicos por segundo para riego agropecuario; 2 metros cúbicos para consumo humano; 1,5 metros cúbicos para riego en zonas turísticas y 36 gigawatts de generación hidroeléctrica anual
Con esta cantidad de agua para consumo, la previsión es garantizar el abastecimiento de la población guanacasteca por los próximos 50 años y beneficiar el riego en 15.000 hectáreas.
Ansiada solución a la sed
El proyecto contempla la construcción de una presa, ampliación del canal oeste, planta de potabilización y red de distribución. Además, incluye 225 kilómetros de canales y conducción de agua potable hasta tanques de distribución del AyA.
FUENTE: SENARA || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.