El Gobierno prevé comenzar en julio el proceso para una nueva subasta de espectro radioeléctrico, que impulse el despliegue de redes móviles 5G.
La confirmación fue dada por Paola Vega Castillo, jerarca del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), en entrevista con La Nación.
Con ese objetivo, dijo Vega, desde noviembre anterior el Ministerio hizo el “pedido formal” a la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) para dar los primeros pasos.
“Nuestro afán es que para julio nosotros podamos instruir a Sutel a que elabore el concurso público y empezar los preparativos”, adelantó la jerarca.
La tecnología 5G implica un mayor ancho de banda, que se traduce en velocidades para trasiego de datos de hasta 10 Gigabits por segundo (Gb/s), según la Asociación GSM. Un Gb/s equivale a 1.000 Megabits por segundo (Mb/s).
Con la capacidad de estas redes se pueden dinamizar negocios y mejorar la competitividad de naciones enteras dado el aumento exponencial de aparatos conectados a Internet, que van desde vehículos hasta robots de uso industrial, infraestructura urbana y domésticos.
Para su despliegue, se requiere reasignar espectro radioeléctrico, que es un bien del Estado compuesto por todas las ondas electromagnéticas que viajan por el espacio y que hacen posible las telecomunicaciones.
De concretarse la subasta, sería la tercera en Costa Rica.
La primera se realizó en el 2009, la cual permitió la apertura del mercado de telecomunicaciones, cuando las empresas extranjeras Movistar y Claro se dejaron entre ambas 130 Megahercios (MHz) de 200 disponibles. En otra subasta en el 2017, ambas se repartieron los restantes 70 MHz.
La previsión del Gobierno es que todo el proceso de cara a la nueva subasta consuma 18 meses contados desde noviembre. De esta forma, la puja se daría en el segundo semestre del 2022.
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Espectro por subastar
Para 5G, el Micitt ya dispone de 290 MHZ de espectro en varios segmentos o bandas de transmisión (bandas de 700 MHz, 230 MHz y 3.300 MHz). Además, tiene otros 3.500 MHz de espectro de las bandas de 26 GigaHertz (GHz) y 28 GHz.
Todo ese recurso, indicó la ministra, se recuperó de varios operadores televisivos privados con motivo de la transición hacia la televisión digital, entre los años 2019 y 2020.
El plan es reasignarlo junto con espectro concesionado al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), sobre el cual esa entidad se ha resistido a llegar a un acuerdo con el Micitt, pese a intentos en los últimos años.
Desde la apertura del mercado de las telecomunicaciones en el 2011, el ICE tiene en concesión 550 Megahercios (MHz) en seis bandas o frecuencias de transmisión, de las cuales interesan en particular las bandas de 2.600 MHz y 3500 MHz.
Según la ministra, de alcanzar un arreglo de devolución, el Micitt analizará la propuesta que haga el Instituto de eventuales usos, para determinar si es razonable y conveniente.
La jerarca aseguró que es del mayor interés de su cartera lograr ese convenio antes de darle instrucciones a la Sutel, para que el espectro recuperado entre en el concurso de la próxima subasta, dirigida a impulsar 5G.
”A eso le apuntamos. Estamos en un momento muy crítico, cuando se pueden coordinar cosas. Nosotros apostamos a que el desarrollo a mediano plazo de 5G lo hagamos con el sector de telecomunicaciones, pues su despliegue requiere infraestructura y un futuro cronograma de asignación de espectro que empuje el desarrollo”, insistió.
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Mientras se llega a la puja, ya se podrían empezar a hacer pruebas con el espectro para 5G.
Vega, de hecho, invitó a interesados, sean públicos o privados, a solicitar la autorización correspondiente al Micitt.
Muchos usos
A nivel de política pública, el Micitt esperaría que las primeras aplicaciones de 5G sean en áreas como salud, agro, líneas productivas en servicios sofisticados y usuarios finales de telecomunicaciones.
“Podríamos tener consulta a distancia, atención médica y monitoreo constante de pacientes, pero todo potenciado a otro nivel, porque habrá mayor transferencia de datos, más velocidad y muchos sensores de todo tipo conectados a Internet”, explicó.
También en procesos inteligentes de cadenas productivas y logística podrán incorporarse más aparatos conectados.
En este momento, el procesamiento de algunas imágenes para verificar la calidad de ciertos productos se realiza con cámaras que analizan las líneas de producción. Con 5G, por ejemplo, se podrían crear aplicaciones de inteligencia artificial conectadas a muchas más cámaras operando en forma simultánea, con lo que se aceleraría esa verificación.
En el sector agropecuario, entretanto, sean ambientes controlados o a campo abierto, se podrían colocar diversidad de sensores de 5G a cultivos en general, para monitoreo de variables como temperatura, humedad, acidez de suelo e incluso presencia de plagas.
“Las posibilidades abundan. Los drones son otro campo donde se puede afinar aún más la transmisión de audio y video en tiempo real, para labores de seguridad, revisión de infraestructura en zonas de difícil acceso u otras. Por eso debemos iniciar la asignación de espectro y hacer pruebas mientras tanto”, declaró la ministra.