Los irrespetos a la restricción vehicular sanitaria siguen siendo recurrentes desde el pasado 23 de marzo, cuando se endurecieron las medidas para frenar la propagación del covid-19. Uno de los más recientes infractores es un conductor que acumuló 23 boletas este sábado.
Se trata de un motociclista, vecino de Sarapiquí, Heredia, quien sumó ¢700.000 en infracciones diversas, luego de ser detenido en un operativo de la Policía de Tránsito.
“Ese caso fue de este sábado, en un control con Fuerza Pública se decomisó una motocicleta. Además de todas las infracciones de ley por dispositivos de seguridad, restricción vehicular, no portar licencia, no marchamo entre otros, presentaba alteraciones”, explicó Francisco Méndez, Jefe regional del Tránsito en la zona atlántica.
Este conductor no fue detenido, pero se puso a la orden del Poder Judicial para lo que se estime conveniente y explique cómo obtuvo la motocicleta.
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Segundo caso. Ese mismo día, un nicaragüense de apellidos García Oporta viajaba por Grano de Oro de Turrialba en su motocicleta y, al ser detenido los oficiales, la lista de infracciones tampoco se hizo esperar.
Dentro de las 14 boletas confeccionadas, se le realizan por no tener licencia, marchamo, revisión técnica y placas. En total la multa asciende a ¢471.000.
Además, el conductor de la motocicleta portaba droga (marihuana) y un arma sin registrar, por lo que fue detenido y su vehículo fue retenido. Este caso fue atendido por el oficial Rándall Coto.
Tercer caso. Por último, un tercer motociclista recibió 18 infracciones y tendrá que cancelar ₡563.000.
El conductor no tenía marchamo, licencia, revisión técnica, casco, chaleco reflectivo e implementos de seguridad. Esta situación la atendió el oficial Sergio Hurtado.
“Ha sido muy productivo, la idea no es hacer multas, pero la gente sigue sin acatar las órdenes del Ministerio de Salud de no salir y mantenerse en casa. En los controles rutinarios que teníamos los veíamos con dos oficiales, ahora tenemos cuatro oficiales más de Fuerza Pública”, agregó Méndez.
Méndez dejó claro que la Policía de Tránsito en la zona atlántica del país está trabajando fuertemente para velar por el cumplimiento de la la restricción vehicular, pese al riesgo que se corre al hacer controles en vías públicas.
En estos casos, muchas veces el valor del vehículo decomisado es inferior al valor total de las multas y, por ello, los infractores prefieren perder el bien, antes que pagar para recuperarlo.
Entre este viernes y la madrugada del sábado se multaron a 497 conductores por irrespetar la restricción vehicular sanitaria, se hicieron 1.464 multas por otras causas y se detuvo a nueve conductores en estado de ebriedad.