Follow @luisdiazcr Las cifras de mortalidad por cirugía cardíaca en el Hospital Nacional de Niños (HNN) enfrentan a las autoridades de ese centro y a los médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos, al punto que la Defensoría de los Habitantes y el Inciensa, del Ministerio de Salud, ya investigan el tema.
Las discrepancias datan del 2005 y surgieron, paradójicamente, por algo en lo que todos están de acuerdo: las cifras de mortalidad por cirugía cardíaca (CC) infantil en Costa Rica son “insatisfactorias” –según el HNN– e “inaceptables” –dicen los médicos intensivistas del mismo hospital–.
La principal crítica de los últimos es que la mortalidad general por CC en niños es superior a las de otras naciones, incluso tomando en cuenta cifras más antiguas que las del HNN.
De ese modo, mientras que aquí en el último año hubo un 15,4% de mortalidad por CC, la cifra es el doble de la que presentaron Uruguay (7% para el período 2003-2006) y Colombia (7,7% en el 2003).
En el 2009, la mortalidad tica por CC fue del 16,7%, mientras que en el 2008 fue del 9,4%. De acuerdo con los intensivistas, la mortalidad media mundial por CC no supera el 4%.
Nuestro país también sale mal parado en comparación con Guatemala, que entre 1997 y 2004 tuvo un 10,7% de mortalidad por CC.
Los datos son más desalentadores si se comparan las defunciones según la complejidad de la intervención.
Por otra parte, y aunque los datos no son comparables, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tiene estimaciones sobre mortalidad con base en los casos que atienden –ven el 64% de todas las cirugías al corazón–.
Según esa óptica, los intensivistas señalan que en el 2009 fallecieron en sus salas el 20,7% de los casos vistos, mientras que en el 2010 fue el 25,7%.
Precisamente, hace dos meses La Nación había informado de que la mortalidad general por CC en el Hospital de Niños para el 2009 fue del 31%, según se consignó en un informe de la Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La cifra real para ese año fue 16,7%, aclaró el HNN.
No obstante, si las defunciones son analizadas según la intervención quirúrgica, la mortalidad sube considerablemente. A manera de ejemplo, para un procedimiento de corrección de la tetralogía de Fallot, uno de los padecimientos cardíacos más comunes en los niños ticos, la mortalidad para el 2009 fue del 33,3% que supera en casi diez veces la mortalidad esperada (3,6%), según indicadores de calidad europeos.
La Defensoría de los Habitantes y el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) iniciaron indagaciones para determinar las cifras de mortalidad por CC. De hecho, el Inciensa ya cuenta con un informe preliminar , pero los datos están siendo analizados para su oficialización.
Criterios. Aristides Baltodano, intensivista del HNN, comentó que la alta mortalidad por CC también la confirman dos informes de médicos extranjeros que visitaron el país en el 2006 y 2009.
Uno de los documentos es el informe del Grupo Dallas, en el cual se menciona que la mortalidad está vinculada a fallas en la técnica quirúrgica.
Rodolfo Hernández, director del HNN, aseguró que han atendido las quejas de los intensivistas.
Sobre las recomendaciones de los extranjeros, entre ellas traer un cirujano experimentado a incorporarse, de forma temporal, en el equipo, Hernández estimó que esa solución sería solo un “parche”.
El director destacó la reciente creación de la Unidad de Cirugía Cardíaca, con su propio intensivista, y capacitaciones puntuales a su personal como una forma de mejorar los resultados del programa quirúrgico.